Ciudad de México.- En partido de ida de los Cuartos de Final del Clausura 2016, disputado en el Estadio Corona, Pachuca logró llevarse un ventajoso empate 1-1 ante Santos y definirá la llave en el partido de vuelta.
Franco Jara había adelantado por los Tuzos antes del descanso, pero Diego González marcó el del empate, a la postre definitivo, al 66′.
Bajo un cielo nublado, pero con una temperatura de más de 37 grados centígrados, saltaron a la cancha ambas escuadras bajo un intenso calor que amenazaba con pasarle factura al cuadro visitante; sin embargo, los que lucían aletargados y lentos en la cancha eran los laguneros, quienes no lograban responder a la velocidad de la delantera tuza.
El Templo del desierto parecía no imponer a los comandados por Diego Alonso, había sido tomado por unos Tuzos que se aferraban a imponer su ley, a hacer caer su estructura y perforar sus redes lo antes posible.
Pero los custodios del templo también estaban presente, poco a poco, con su fuerza guerrera y su capacidad de reacción que siempre los ha caracterizado, equilibraron las acciones después de casi media hora de ser dominados.
Cuando parecía que se irían al descanso con el marcador sin moverse, en un centro de Urretaviscaya al área, a los 41 minutos, Franco Jara se levantó en el área, desvió el envío y mandó el esférico al fondo.
Doble golpe para los Guerreros en una sola jugada, ya que además del gol en contra, en la salida, el arquero Agustín Marchesín chocó con Óscar Murillo y tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado.
En la parte complementaria el golpe anímico y la inseguridad en su zona defensiva ante las ausencias de Carlos Izquierdos, expulsado ante Chivas; y Agustín Marchesín, lanzó a un Santos más precavido pero obligado a buscar el de la igualada ante un Pachuca que no cedía en sus intenciones de ampliar su ventaja.
Y el empate llegó pronto, a los 65 minutos, en un tiro libre de Calderón, Diego González remató en el área y puso el balón en el fondo de la portería.
El Templo del desierto comenzó a jugar también su papel, haciendo honor al mote, el clima cambió de un momento a otro al presentar grandes ráfagas de viento en la cancha y darle un poco de respiro a los jugadores ante el inclemente calor.
La batalla del desierto se hizo más intensa, hubo oportunidades de los dos lados y las emociones comenzaron a surgir con mayor frecuencia, aunque ahora la que no llegaba era la contundencia.
Finalmente, Tuzos, sabedor de que el empate 1-1 les daba una gran ventaja para regresar a casa, decidió enfriar el partido, buscar la portería rival sin arriesgar demasiado y dejar consumir el tiempo.
Con este marcador, Santos está obligado a ganar en el Estadio Hidalgo o empatar a 2 o más goles.
