Caracas.- El pedido de la oposición venezolana para que se inicie un proceso revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro se intensificó este miércoles. Miles de partidarios de esta medida marcharon por las calles de Caracas, donde barricadas y fuerzas de seguridad les impidieron llegar hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Querían exigirle al árbitro electoral que active este recurso cuanto antes. Esto porque si el proceso revocatorio se posterga hasta el próximo año, no serían celebradas nuevas elecciones y el vicepresidente concluiría el mandato de Maduro, que vence en 2019.
En las calles capitalinas, los gases lacrimógenos de policías y militares alcanzaron al líder opositor Henrique Capriles, quien se midió en las urnas frente al fallecido exmandatario Hugo Chávez, en 2012, y Maduro, en 2013.
«El pueblo quiere cambio, sus trampas solo fortalecen nuetsra determinación», afirmó Capriles, quien actualmente es gobernador del estado Miranda, citado por AFP. El dirigente fue llevado hasta un centro de salud.
Con la consigna de llegar hasta el CNE –órgano que según la oposición es un aliado del Gobierno de Maduro–, algunos partidarios intentaron cruzar las filas de la policía. Otros levantaron sus brazos en señal de rendición con la Constitución en las manos, reportó Reuters.
«Estamos aquí para exigirle al Consejo Nacional Electoral que deje de hacer trampas, que no siga utilizando truculencias, que haga lo posible para que el referéndum se efectúe este año», dijo por su parte del presidente de la Asamblea Nacional –que en diciembre pasado pasó a manos de la oposición después de 16 años–, Henry Ramos.
El malestar entre los venezolanos ha crecido en medio de una de las tasas de inflación más altas del mundo, una crónica escasez que dificulta comprar hasta el papel higiénico y un ambiente de inseguridad que ha convertido al país petrolero en uno de los más inseguros del planeta.
«No me sacarán»
El presidente Maduro, mientras tanto, afirmó que no lo sacarán del sillón presidencial «ni por una vía ni por otra». Como en ocasiones previas, denunció un intento de golpe de Estado por parte de la oposición, a la que cataloga como la causante de los problemas económicos que aquejan a la nación sudamericana.
La semana pasada, la oposición –congregada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)– entregó 1.85 millones de firmas para poner en marcha el proceso revocatorio.
Según el reglamento, el órgano electoral debe revisar las planillas en cinco días y comenzar posteriormente con la validación de las personas que firmaron. En Venezuela, el presidente puede ser revocado a la mitad de su período. Como Maduro fue elegido en abril de 2013, cumplió la mitad de su mandato en enero de 2016.
