Charlotte – Estado Unidos.- Un hombre de 78 años de edad que se encontraba internado en el Centro de Salud y Rehabilitación de Charlotte fue botado del lugar por el personal que opera allí, y permaneció varias horas esperando bajo la lluvia hasta que sus familiares lo auxiliaran.
La familia del anciano que se encuentra furiosa por la forma en la que el personal del centro lo trató, explicó que había recibido una llamada del centro de salud en la que les indicaron que el señor debía irse de inmediato del lugar por haber presentado u problema con su seguro.
«Ella me había dicho que debía haber alguien para recogerlo en 25 minutos. Le dije: No puedo estar allí en 25 minutos. Tienes que darme más tiempo que eso. Ella dijo: Veré lo que puedo hacer «, explicó Maxine Rozzelle , hija del anciano.
La hija del afectado explicó que un transporte del Centro de Salud y Rehabilitación de Charlotte llevó a padre hasta la casa,pero en la misma no había nadie , por lo que ellos decidieron dejarlo a la intemperie en la parte de afuera del inmueble.
«Llegue a la casa de mi padre y lo encontré afuera bajo la lluvia en su silla de ruedas en el camino de entrada sin zapatos ni abrigo. Mi padre no puede caminar sin ayuda, no tenía forma de subir las escaleras hacia su casa (…) Casi lo echaron como si fuera basura», detalló.
Pese a que la hija intentó comunicarse con el centro de salud y con el servicio de transporte, ella no ha obtenido ninguna respuesta.
«Podemos decir que cuando una compañía de seguros niega más beneficios de instalaciones de enfermería y se necesita organizar el transporte a casa, nos contactamos con la compañía de transporte autorizada por la aseguradora y organizamos un transporte seguro. Nos aseguramos de que los pacientes estén seguros, estables y que todas las necesidades estén cubiertas cuando salgan de nuestras instalaciones», expresó el centro a la opinión pública.
Sin embargo, Rozzelle no siente que su padre fuera estable o seguro: «Se necesitan dos personas para sacarlo de su silla de ruedas», dijo. «Todavía estoy abrumada porque no puedo creerlo. Tiene 78 años».
