Piedras Negras- México.- Alrededor de 2,000 migrantes centroamericanos que se encuentran aislados en un albergue improvisado en la ciudad fronteriza de Piedras Negras (Coahuila) se alzaron en dos oportunidades durante las últimas horas, exigiendo a las autoridades mexicanas mejorar las condiciones en las que los mantienen.
El primer motín se produjo cuando un grupo de personas trató de salir a la fuerza del albergue, pero fueron detenidos por funcionarios de la policía que custodian la bodega abandonada en la que se encuentran.
Un segundo altercado se registró cuando los migrantes comenzaron a lanzar objetos a los agentes de la policía, quejándose de las malas condiciones en las que los mantienen y la mala alimentación. Ambos incidentes fueron controlados.
Los migrantes llevan nueve días en una bodega abandonada de la que solo pueden salir a comprar custodiados por policías mexicanos. Quienes han logrado escaparse, prefieren intentar cruzar el río Bravo y entregarse a la patrulla fronteriza.
Las autoridades mexicanas insisten en que no van a dejar que los migrantes salgan por la ciudad, ya que temen que, si tratan de hacer una entrada masiva y no controlada a la vecina Eagle Pass, en Texas, eso provoque que Estados Unidos cierre la frontera, como sucedió hace meses.
A pesar de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, manifestara que a los migrantes en tránsito les otorgaría un documento que les permita residir y trabajar en México por un año, el Instituto Nacional de Migración (Inami) aún no les ha otorgado ningún documento a los 2,000 centroamericanos que se encuentran en el albergue.
«Se violan muchos derechos. No más dan salida a los que tienen credenciales. A los demás, no pueden salir a ningún lado. No nos dejan salir. Nos tienen encerrados como presos», denunció un migrante que prefirió mantener su identidad oculta.
