Washington-EEUU.- Este jueves la Corte Suprema ratificó que la decisión del gobierno de Donald Trump de poner fin al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) es ilegal.
Al conocerse el fallo, los “dreamers” celebran la medida como una gran victoria, aunque la decisión no les ofrece un estatus legal permanente ni supone ningún paso para obtener la ciudadanía estadounidense.
El programa otorga a los “soñadores” un permiso temporal de trabajo y la protección contra la deportación que deben renovar cada dos años.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) reveló que unas 800,000 personas han sido beneficiarias con DACA. De la cifra, 40,000 solicitaron y obtuvieron un permiso de residencia permanente, popularmente conocido como greencard, y unas 70,000 no quisieron o no pudieron renovar el permiso cuando este venció.
Para septiembre de 2017, cuando el presidente Trump decidió poner fin al programa, el USCIS estimaba que había unos 690,000 beneficiarios activos. Un 90% de ellos vienen de América Latina.
De acuerdo al reporte oficial, los mexicanos representan casi 80% de todos los “dreamers” con unos 548,000 beneficiarios del programa.
El Salvador, Guatemala y Honduras, también cuentan con más de 10,000 de sus nacionales bajo el amparo de este programa.
La lista además incluye a un número sustancial de ciudadanos asiáticos, comenzando con los llegados de Corea del Sur (7,310), Filipinas (3,880) o India (2,640).
El programa en total concentra jóvenes de unas 150 nacionalidades distintas, desde Polonia (1,390) hasta Namibia (10), pasando por Pakistán (1,340), China (740), Reino Unido (500) e incluso Canadá (750).
A pesar de la decisión de la Corte Suprema, el presidente Donald Trump dejó entrever que su Administración reanudará el proceso contra DACA, y los beneficiarios no tendrán certezas a largo plazo hasta que el Congreso apruebe una ley que los proteja.
