Washington-EEUU.- Una madre en espera de su primogénita se encontraba haciendo su rutina de visitas al ginecólogo obstetra cuando descubrió que su padre y ella eran positivos a COVID-19.
Es la historia de Katerin Martínez y su padre Víctor, quienes luego de practicarse la prueba fueron trasladados a Atrium Health Lincoln.
Al recibir los resultados, las autoridades de salud decidieron poner en cuarentena al resto de la familia, para evitar que el virus se siguiera expandiendo en el lugar.
Debido a la enfermedad, el embarazo de Katerin fue considerado a término por la doctora Jessica Rhodes, quien recomendó inducirle el parto, y de esta manera minimizar cualquier riesgo para ambos.
Al mismo tiempo que Katerin llegó al Atrium Health Lincoln, su padre se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del mismo hospital, por complicaciones que surgieron después de ser diagnosticado con COVID-19.
Una vez que Diana nació, cualquier persona que hubiera estado en contacto con Katerin fue monitoreada para prevenir el COVID-19.
Las autoridades confirmaron que la bebé Diana y su padre Carlos, quién había participado en la cirugía mediante métodos seguros, dieron negativo para el virus. La bebé fue puesta en una habitación aparte para que siguiera los protocolos sanitarios y reducir el riesgo de infección de coronavirus.
Al final, todos fueron dados de alta. Katerin se fue a casa; mientras tanto, su hija Diana se quedó con una tía de Katerin durante dos semanas.
Ahora, Diana se encuentra en casa con su mamá, papá y el resto de la familia, agradecidos de sobrevivir a su experiencia con COVID-19.
