Nueva York – Estados Unidos.- Con una caída del 3% y la alarma encendida por recesión en el mercado de bonos, se registró una jornada negra el miércoles en Wall Street. Datos de China y Alemania que arrastra la recesión, alimentan también el temor a una ralentización económica global.
La caída del 3,05% en el Dow Jones, principal índice de la Bolsa de Nueva York, es el mayor retraso presentado en el 2019. Por su parte el S&P 500, índice basado en el medio millar de mayores empresas cotizadas, se desplomó un 2,9%, este retraso estuvo liderado por las compañías energéticas y las financieras. Las empresas de alta tecnología, reunidas en el Nasdaq, también cayeron más del 3%.
De igual forma y mostrando un signo importante de preocupación, la tasa de interés de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayó temporalmente por debajo del de la deuda a dos años. Este fenómeno conocido como la inversión de la curva de rendimiento, una alteración de la relación normal entre los bonos, suele considerarse una señal de una próxima recesión.
Las pocas ganancias que se habían logrado el martes, se borraron tras el día negro presentado el miércoles en Wall Street, pues los inversores se deshicieron de acciones, provocando grandes caídas.
Entre los principales factores de las turbulencias en la economía global, resalta la guerra comercial prolongada entre dos grandes potencias, China y Estados Unidos.
Sobre la caída de los mercados, el presidente estadounidense, Donald Trump, se pronunció: “China no es nuestro problema. Nuestro problema es con la Reserva Federal. Subió demasiado y demasiado rápido, y ahora tarda mucho en cortar”, dijo Trump, al tiempo que calificó a Jay Powell, presidente de la Fed, de “inútil”.
