Ciudad de México – México.- La estrategia de seguridad de Andrés Manuel López Obrador, comienza a verse en peligro ante las protestas que se están generando con la Policía Federal, quienes se niegan a incorporarse a la Guardia Nacional, por orden del presidente mexicano. Los funcionarios exigen mantener su empleo en la policía y las condiciones laborales.
Los reclamos de los policías tiene que ver con un bono que los agentes cobraban cuando salían de operativo y que desaparece bajo el esquema de la guardia. Otro reclamo guarda relación con la desconfianza entre unos y otros.
Con respecto a la negativa de los funcionarios por el cambio, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado lo sucedido e indicó que: «No hay motivo, ninguna razón. No es una causa justa (…) No se despide a nadie, se están pasando a 10.000 elementos de la Policía Federal a la Guardia Nacional. Eso si pasan la prueba. Esta policía se creó hace 20 años y no se consolidó, se echó a perder».
López Obrador también enfatizó que le parece extraño el conflicto y no descarta que exista «la mano negra en este asunto».
«Los que estaban dirigiendo el miércoles el movimiento no trabajan en la Policía Federal. Los principales dirigentes pertenecen a organizaciones de otro tipo», apuntó.
Pero mientras el conflicto entre López Obrador y los policías aumenta, evitando que el nuevo régimen avance, la inseguridad y el crimen también crecen en México. Los indices delictivos muestran que de enero a mayo han muerto asesinadas más de 2.000 personas cada mes en ese país.