Washington – EEUU.- A través de un memorando, el presidente Donald Trump giró instrucciones para que las agencias del Gobierno federal restrinjan el uso de los programas de asistencia social, por parte de los inmigrantes que viven legalmente en Estados Unidos, pero que aún no cuentan con una ciudadanía o residencia permanente.
La orden presidencial, que se sustenta en una ley refrendada en 1996 por el ex presidente Bill Clinton, exige, a las personas que patrocinen a inmigrantes, responsabilizarse financieramente del patrocinado y reintegrar el costo de los servicios de asistencia social que hayan sido utilizados por éste.
El documento deja claro que “los extranjeros no deben depender de los recursos públicos para satisfacer sus necesidades” y añade que el patrocinador de un “no ciudadano” debe reembolsarle al Estado “cualquier beneficio de bienestar basado en los ingresos que reciba el no ciudadano”.
La medida, que afecta directamente a programas como Medicaid, el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) y el Programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (TANF, por sus siglas en inglés), ha sido descrita por la Casa Blanca como una acción que permitirá proteger la red de seguridad social y promover la “autosuficiencia” de aquellos inmigrantes que todavía no son ciudadanos.
