Texas se convirtió este miércoles en el primer estado que hasta el momento ha pedido el restablecimiento del polémico decreto con el que el presidente Donald Trump prohibió temporalmente la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, al argumentar que el mandatario goza de la discrecionalidad para decidir quién puede entrar al país.
«La ley deja muy claro que el presidente tiene la discrecionalidad para proteger la seguridad del pueblo estadounidense y las instituciones de nuestra nación en lo que respecta a quién puede entrar a este país», escribió el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en un documento presentado al Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones.
Según Paxton, en el código 1182 figura la disposición que autoriza que «cuando el presidente considere que la entrada de ciertos inmigrantes y grupos de inmigrantes a Estados Unidos será en detrimento de los intereses de Estados Unidos puede por proclamación, y por el período que considere necesario, suspender la entrada de todos los inmigrantes o de cualquier grupo de inmigrantes o no-inmigrantes o imponer a la entrada de inmigrantes las restricciones que considere pertinentes».
Con su escrito, el fiscal general Paxton convirtió a Texas en el único estado en respaldar la controversial orden ejecutiva firmada por Trump el 27 de enero. Este decreto suspendió temporalmente la totalidad del programa de refugiados y prohibió por 90 días la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.
Veintiún estados han rechazado la medida, incluyendo Washington y Minnesota, que lograron frenarla en los tribunales. Desde sus primeras horas en vigencia, el decreto generó caos y confusión entre los inmigrantes y los encargados de velar por su cumplimiento. Uno de los casos más reportados por los medios fue el del iraquí Hameed Darweesh, quien fue detenido pese a que viajaba legalmente y ha trabajado para el gobierno estadounidense en momentos de guerra.