Una pequeña introducción literaria nos lleva a entender la acción educadora del profesor en general, que debe ser la comunicación si es que quiere llegar al hombre, no al ser abstracto, sino al ser concreto insertado en una realidad histórica.
El hombre se diferencia de los animales por una serie de características esenciales, entre las que se destaca su particular forma de aprender. El ser humano depende de sus padres durante mucho más tiempo que el resto de los animales, y su educación resulta aparentemente prolongada, ya que ocupa gran tiempo en aprender a desarrollar sus múltiples facultades naturales. Sin embargo, esto se debe a que el hombre posee una capacidad casi limitada de aprender y a que el proceso por medio del cual se adquieren conocimientos dura toda la vida.
En contexto de los sucesos por muertes de afroamericanos y policías, en varios estados de la Unión Americana, es preciso emplear un proceso de comunicación cuya meta, de manera general, es modificar por repetición los actos de comunicación y su forma de comportamiento que no nos enseñan con un caudal de elementos culturales. Estos elementos deben ser tan semejantes como sea posible a los establecidos y valorados como tales en el seno de una sociedad global dominante, de la que el educador y el propagandista son los trasmisores de esos valores.
Es necesario liberar el concepto de libertad con la prepotencia. El primero nos permite pensar y deliberar con racionalidad humana en forma libre y espontánea; el segundo, emana de una fuerza de rebeldía y arrogancia, que no es consultiva su expresión porque nace con síntomas superiores.
Hay tantos vacíos dentro del sistema policial en los Estados Unidos, porque dentro de estos no se han empleado métodos de la cultura universal, con la que esta nueva sociedad globalizada actúa. No se ha incorporado principios y valores de la familia para oficiales de policía que arriesgan su vida; y por otro lado, esa misma ausencia de estos caracteres producen choques sociales, en los que unas veces la autoría la tienen los policías y en otras la sociedad individual o colectiva.Es menester que una sociedad modernizada con sus atuendos no haya conquistado el respeto de la vida, en general, y solo insiste en conquistar el poder para destruir lo que el Creador nos dio gratuitamente.
Una modernización en el sistema policial estadounidense, sería lo mas saludable, la misma que comenzaría con enseñarle a sus alumnos valores y principios que tanta falta nos hace en estos difíciles momentos, en el que nos matamos los uno a los otros, siendo los mismos seres humanos protagonistas de estas tragedias irreparables. Pero así también, los padres como responsables del núcleo familiar, tenemos el deber y la obligación de enseñarles a nuestros hijos los principios y valores en cada familia. Construir una sociedad es comenzar con la educación primero en casa.