Los Angeles.- Kobe Bryant elevó a la máxima expresión su figura en el partido de su adiós definitivo de las duelas. Su despedida fue la estampa de esa Mamba Negra que todos conocemos, la de la garra, la entrega, la ambición y la soltura. Respetando la esencia que le convirtió en uno de los mejores jugadores de la historia de la liga, Kobe anotó la mayor cantidad de puntos de las últimas dos temporadas gracias a sus 60 unidades.
Fue su mejor puntuación desde que alcanzó los 61 puntos ante los New York Knicks el 2 de febrero de 2009. Quedó a dos puntos de lograr su segunda máxima desde las 81 unidades logradas ante Toronto Raptors el 22 de enero de 2006.
El público que llegó a pagar inmensas sumas de dinero vio compensado su esfuerzo y por momentos el Staples Center vibró como en los mejores partidos, como en las citas de las finales y los campeonatos. En lo deportivo, el desahucio de la franquicia es irremediable, en lo emocional, lo único que importó fue el recital de Kobe y la energía con la que contagió a sus compañeros y al respetable.
El comienzo fue flojo. Quizás abrumado por las miles de personas que le recibieron en los alrededores del estadio, frío por el irremediable paso del tiempo que le obliga a dejar lo que más le gusta, o con demasiadas ganas de despedirse por todo lo alto, Kobe comenzó errando sus cinco primeros lanzamientos del partido. Puro espejismo, porque en los cinco últimos minutos del primer periodo ya había alcanzado 15 puntos.
Y de ahí para adelante: llegó al descanso con 22 puntos, logró otros 15 en el tercer periodo y cerró la cita con 60 puntos (22-de-50 en tiros de campo, 6-de-21 en triples y 10-de-12 desde la línea.
Y con la motivación por bandera, Kobe superó el récord de cualquier jugador en el último partido de su carrera: Eddie House lo ostentó hasta este momento con 35 puntos. Se superó a sí mismo con unos números que hacía siete años que no nos regalaba. En total, y según datos de Alberto De Roa, Kobe anotó 60 o más puntos en la NBA en seis ocasiones.
Finalmente se retiró a falta de cuatro segundos ante la ovación del público. Fue en ese momento cuando se dio por cerrada la carrera de 20 años del tercer máximo anotador de la historia de la NBA.