Ciudad de México – México.- El Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador continúa tomando acciones para frenar el tránsito de indocumentados a través de México, hacia Estados Unidos. Desde el pasado lunes, su administración obliga, a quienes presten servicios de transporte terrestre entre ciudades o entre regiones, a solicitar los documentos de identidad de cada viajero.
En consecuencia, tanto los transportistas como sus compañías deben exigirle a cada cliente su credencial para votar, la cartilla de servicio militar o el pasaporte. La intención es la de determinar si cada individuo es o no mexicano y, en caso de no serlo, cuál es su país de procedencia. También se desea conocer si el extranjero que ha llegado a la nación azteca, lo ha hecho por las vías regulares.
La medida forma parte de los esfuerzos que realiza el gobierno de México, con el objetivo de cumplir las demandas de Washington y así evitar que sus exportaciones hacia Estados Unidos sean penadas con aranceles que arrancarían en 5% y que se podrían incrementar, de forma progresiva, hasta 25%.
La exigencia, que compromete a las empresas transportistas y a sus choferes a solicitar la documentación de sus pasajeros, fue realizada el pasado mes de abril. Sin embargo, no fue sino hasta el inicio de esta semana cuando empezó a cumplirse con rigurosidad.
En su defensa, los conductores han argumentado que no existe una ley en la que se indique que se debe verificar la identidad y el estatus migratorio de cada viajero. Ante esa afirmación, la Secretaría de Gobernación ha recordado que la Ley de Migración castiga con cárcel y con sanciones de hasta 80 mil dólares a las personas que practiquen o contribuyan con el tráfico de indocumentados.
