miércoles, mayo 1, 2024

Dormir profundo garantiza un mejor estado de salud

Tega Cay.- Alcanzar el sueño profundo, que los especialistas denominan como la etapa REM, depende de múltiples factores. La temperatura, el tipo de colchón y almohada, la respiración, la postura, el ruido, la luz, la interrupción (insomnio).

Los ecuatorianos mayores de 12 años duermen en promedio 7 horas con 50 minutos al día (55:51 a la semana), según la Encuesta de Uso del Tiempo del INEC. Es un tiempo que baja para quienes tienen entre 32 y 46 años.

En postura se recomienda la posición fetal, aunque depende del tipo de lesión y cirugía que han tenido los pacientes, indica el fisioterapeuta Pablo Palacios del centro médico FisioPro, en el norte de Guayaquil.

“Normalmente se recomienda no dormir boca abajo porque aparte del peso y del colchón que incide en el descanso, también está el factor de la gravedad que va a ejercer sobre el cuerpo y al estar boca abajo, el paciente cardiópata, por ejemplo, va a tener mayor presión a nivel del corazón”, dice.

El especialista señala que un mal dormir puede empeorar los cuadros de lumbalgia y los dolores de espalda baja. “De ser el caso, si la persona duerme boca arriba hay que utilizar una almohada de densidad media para sostener el cuello y otra de densidad baja (suave) a nivel de la espalda”, indica.

Carlos Bodero Solís, neurólogo de la Clínica del Sueño del Omni Hospital, afirma que el secreto de la vida es respirar bien mientras se duerme porque al dormir la respiración es automática.

“Al no respirar bien (lo que se denomina apnea del sueño) se dan eventos de desaturación que es cuando la oxigenación empieza a bajar por debajo del 90%, eso es grave porque puede darse una lesión a nivel de la corteza”, señala.

Alcanzar la fase REM garantiza un mejor estado de salud. Esta etapa, dice Bodero, se presenta normalmente después de 4 o 5 horas de empezar a dormir: “Si interrumpo el sueño y se despierta dos, tres de la mañana, no se hace REM, a la larga eso va deteriorando la corteza y se da la pérdida de memoria”.

 

Temperatura ideal

Bodero recomienda lo que denomina como las medidas de higiene para el buen dormir. Una temperatura de 22 °C es ideal para que el cerebro descanse. “El calor y el frío despiertan.

La ausencia de luz y ruido ayuda a que el cerebro se concentre, incluso dormir a la misma hora, que es lo que a veces no hacemos.

En cuanto al colchón, hay espumas que son tan calurosas que despierta a los pacientes incluso con dolores de espalda”, agrega.

Un trastorno del sueño común es cuando los pacientes no pueden respirar bien.

Y hay otros que padecen de insomnio. “Esto último es muy frecuente verlo en mujeres con estado de ansiedad en la posmenopausia cuando empieza a decaer la hormona melatonina, lo que genera un insomnio muy sostenido, duermen entre tres y cuatro horas diarias.

Con el tiempo, eso afecta al funcionamiento del cerebro”, dice Bodero.

Los efectos van desde la sensación de pesantez en la cabeza, dolores matinales, fatiga, cansancio, cambios en el carácter hasta pérdida de memoria.

Palacios asegura que escoger un buen colchón es clave para tener un sueño sostenido. “Hay que tomar en cuenta el peso de la persona. Mientras más pesada de mayor densidad tiene que ser el colchón, es decir, más duro.

Las personas que tienen pasado su índice de masa corporal deben tener el colchón de mayor densidad”, señala. (I)

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