El accidente automovilístico que tuvo recientemente el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, involucró a un bebé de apenas nueve meses de edad, según informaron varios medios como E! News.
El percance sucedió cerca de Sandringham Estate, una residencia privada de la reina Isabel II en Norfolk, Inglaterra. La policía local informó que en el suceso participaron dos vehículos, un Land Rover del miembro de la realeza de 97 años de edad y un Kia.
La conductora del segundo auto, una mujer de 28 años de edad, sufrió heridas en la rodilla, mientras que una acompañante de 45 años se rompió la muñeca. Tras ser atendidas en el hospital Queen Elizabeth en King’s Lynn fueron dadas de alta este jueves. El menor, quien viajaba con las mujeres en el momento del percance, se reporta como ileso.
Un portavoz del Palacio de Buckingham dijo que el príncipe Felipe no había resultado herido tras los hechos, pero que de todos modos fue revisado por un médico como medida de precaución.
La misma fuente reveló que el esposo de la reina Isabel II manejaba el automóvil en el momento del accidente, además de mencionar que iba acompañado. Pese a no ser revelada la identidad de la segunda persona a bordo, E! News informó que hay sospechas de que se trata de su oficial de protección. Los conductores involucrados fueron sometidos a pruebas de alcoholemia y dieron lecturas negativas.
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Roy Warne, testigo del accidente, dijo para el programa «Today» de BBC Radio 4que el miembro de la realeza británica estaba «obviamente afectado» por lo sucedido, pero que aun así se puso de pie y preguntó a la gente del otro vehículo sobre su estado.
Pese a las afirmaciones de la casa real británica sobre que el príncipe Felipe no había sufrido lesión alguna, Warne afirma que al momento de acercarse a él se dio cuenta de que tenía «un poco de sangre» en las manos. De igual manera, afirmó que el royalle dijo que el sol lo deslumbró al momento del accidente.
