A mediados de noviembre, una familia salvadoreña llegó a la frontera de Estados Unidos pidiendo asilo.
José Demar Fuentes y su hijo Mateo, de un año, huían de su país a causa de la violencia pandillera. Pero en lugar de ayudar a Fuentes, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) le quitó a su hijo.
El pequeño Mateo fue trasladado a un refugio para niños no acompañados en Texas, mientras que Fuentes fue entregado a un centro de detención.
Hoy día la familia sigue separada. Por ello la senadora Kamala Harris y su equipo está trabajando para que el menor vuelva a brazos de su familia.
ICE alega que Fuentes no tenía pasaporte, certificado de nacimiento u otra forma de identificación para verificar que él era padre del niño; y que el niño es demasiado pequeño para responder a las preguntas de los agentes.
Sin embargo, de acuerdo con Erika Pinheiro, directora de la organización Al Otro Lado, Fuentes cruzó la frontera con su identificación salvadoreña—la cual incluye su fotografía—y el certificado de nacimiento original de Mateo en la mano.
BuzzFeed News revisó una copia del certificado de nacimiento de Mateo proporcionado por Pueblos Sin Fronteras, un grupo que ayuda a los centroamericanos a llegar a la frontera con Estados Unidos, y confirmó que esta nombra a Fuentes como padre del menor.
En un comunicado a ABC7, una portavoz de la senadora Harris calificó de “cruel e ilegal” la práctica de separar a las familias con fin de desanimar la migración, e indicó que Harris “trabajará diligentemente para reunir a esta familia “.
A principios de esta semana, una coalición de organizaciones de derechos de inmigrantes presentó una queja ante la oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional. La denuncia detalla los casos de varias familias, incluyendo a José Fuentes.
