California.- La desesperación por conseguir dinero para pagar la renta de su casa y llevar la comida a sus tres hijos cuando se quedó sin empleo llevó al inmigrante mexicano Leonardo Carmona a ponerse a hacer figuras con globos.
Lejos estaba de imaginar que se convertiría en un artista del globo. Ahora junto con otras tres inmigrantes mexicanas como él, se dedica a enseñar a otros la decoración con globos redondos y la globoflexia, el arte de hacer figuras con globos alargados tipo espagueti que luego de inflar, los tuercen para crear diversas formas.
“La planta de software para que yo trabajaba cerró en 2011 y se mudó a Europa. De la noche a la mañana me quedé sin empleo. Andaba desesperado, y una vez que fui a la placita Olvera miré a un payasito hacer figuras con globos. Me inspiró y aprendí a hacer tres figuras, una flor, un perrito y un corazón”, recuerda.
Carmona pidió permiso en un restaurante de Santa Ana, donde vivía, para que le permitieran hacer sus incipientes creaciones con globos y regalarlas a los niños a cambio de una donación.
“No vas a creer pero de ahí salió para pagar la renta y mis gastos”, cuenta.
Transcurrieron dos años en los que sobrevivió de las donaciones que le daban por sus globos. “En ese tiempo, aprendí la globoflexia, y me puse la meta de hacer cada nueva figura en tres minutos porque si no las puede hacer en ese lapso, no sirve de nada”, considera.
Más seguro de su técnica, se le ocurrió ir a los restaurantes que están frente a Disneyland a pedir que lo dejaran pasar a hacer sus globos y ofrecérselos a los menores a cambio de una donación.
“Me tomó dos años que me dejaran entrar. Me decían que no, y yo volvía cuando calculaba que habían cambiado al gerente. Hasta que uno me aceptó, aunque no de muy buena gana. Pero lo conseguí y en unos minutos yo tenía atrapados a los comensales. Se les quitaba la ansiedad y desesperación mientras le llevaban su plato de comida por estar mirando como hacía mis figuras”, cuenta Carmona.
Dice que el propio gerente del restaurante fue a felicitarlo al término de su jornada. “Estaba feliz porque la gente se entretenía mucho con mi trabajo pero lo mejor de todo es que por cada globo, los padres me dejaban muy buenas propinas”.
Carmona terminó por certificarse en el arte de la globoflexia. “En la actualidad, trabajo tres horas al día en un restaurante frente a Disneyland. Con eso es suficiente para sacar a mi familia adelante y poco más. Obtengo ingresos adicionales al montar escenarios de globos con diferentes temas para fiestas”, cuenta.
Lo que no dice este mexicano es que ha adornado las fiestas de muchos famosos de Hollywood que viven en Los Ángeles. “Me hacen firmar contratos de confidencialidad y no puedo decir quiénes son ni dar muchos detalles”, dice orgulloso.
La mayoría de los diseñadores de figuras con globos utilizan una bomba para inflarlos pero Carmona lo hace a todo pulmón. “Así me acostumbré”, sostiene este creativo hombre.
