Ciudad de México.- Podrán pasar 50, 100 o 200 ediciones más del Clásico Regio, pero nadie olvidará el 115. En la primera final entre los dos equipos de la Sultana del Norte, Tigres se repuso de un gol de vestidor y le dio la vuelta al marcador en cinco minutos para ganar 2-1 en la cancha de Rayados, consiguiendo el sexto título de la historia.
Estamos hablando de un equipo que ha marcado una época en el fútbol mexicano, que se ha forjando a base de títulos un lugar al lado del ‘Campeonísimo’, del Cruz Azul de los setenta, del América de los ochenta y del Toluca de Cardozo. El equipo más ganador de los últimos tiempos es Tigres y el domingo volvió a demostrar la categoría que tienen sus jugadores y la casta de campeón que les permitió revertir una situación adversa prácticamente desde que saltaron al campo.
En la segunda jugada del partido, Funes Mori le ganó la posición a Francisco Meza, se la bajó de pecho a Dorlan Pabón y el colombiano la mandó a guardar. El reloj aún no llegaba al 2′ y Rayados lo ganaba 1-0, pero Tigres no entró en pánico.
Después de que Dorlan dejara en la mesa el segundo en un contragolpe, los del ‘Tuca’ comenzaron a trabajar el partido, poco a poco inclinaron la cancha ante un Monterrey que aceptó el rol de defender y buscar matar el partido en la contra. Con 80 minutos por jugar, resultó una apuesta demasiado arriesgada.
Fuero varios avisos de Tigres hasta que, a la media hora de juego, Edu Vargas prendió de primera el balón y venció a Hugo González, quien tuvo la mala fortuna de que el balón le hiciera un extraño, y antes de que Rayados se repusiera de este golpe, cayó el segundo en un tiro de esquina, cuando Francisco Meza se levantó solo en el centro del área para marcar el segundo.
Premio para el que fue el mejor jugador de la cancha, que en un escenario normal, hubiera visto la vuelta desde la banca, pero el error de Hugo Ayalae en la compensación de la ida le puso en la cancha para el segundo partido. Meza no tuvo el inicio deseado al permitir que Funes Mori ‘lo posteara’ en el gol de Dorlan, pero el resto del partido lo jugó por nota, cortando una y otra vez los ataques de Rayados. Crucial en defensa y autor del gol del título: poca cosa para alguien que antes del domingo había sido titular en apenas seis partidos este torneo.
Rayados fue otro equipo en la segunda parte. La cancha se inclinó ahora hacia el área de Nahuel Guzmán, pero los locales tuvieron pocas opciones reales de gol, generadas más por rebotes que por acciones bien construidas.
A cinco del final tuvieron la más clara que se pueda pedir: un penal. Jorge Benítez tomó el balón en el área tras una serie de rebotes en el área y Gignac tocó la pierna derecha del delantero.
Pero un penal no es algo que haga exactamente feliz a Rayados. Fallaron cuatro durante el torneo y en la última final que jugaron, Cardona falló un disparo desde los 11 metros ante Pachuca. Ante Tigres, Avilés siguió el mismo destino que su compatriota, mandando el balón a la tribuna.
Primer penal que falla Hurtado desde marzo de 2011 y en el peor de los momentos. Rayados no tendría otra, Tigres tomó el balón en los últimos minutos y se coronó en la cancha del eterno rival.
Rayados le puede preguntar a la afición del Atlético de Madrid: perder una final ante el odiado rival no se olvida. De aquí hasta el final de los tiempos se recordará que Tigres ganó la primera final regia.
1 – Monterrey: Hugo González; César Montes, Nicolás Sánchez, José María Basanta (Luis Fuentes 46′), John Stefan Medina; Carlos Sánchez (Jesús Zavala 87′), Neri Cardozo, Jonathan González (Jorge Benítez 81′); Rogelio Funes Mori, Dorlan Pabón y Avilés Hurtado.
2 – Tigres: Nahuel Guzmán; Luis Rodríguez, Juninho, Francisco MEza, Jorge Torres Nilo; Rafael Carioca, Jesús Dueñas (Alberto Acosta 81′), Javier Aquino, Eduardo Vargas (Jürgen Damm 61′); Enner Valencia (Ismael Sosa 75′), André-Pierre Gignac.
Goles: 1-0 Dorlan Pabón 2′, 1-1 Eduardo Vargas 30′, 1-2 Francisco Meza 35′.
Árbitro: Fernando Guerrero Ramírez. No amonestó a ningún jugador y expulsó a Neri Cardozo de Monterrey.
Estadio: BBVA Bancomer.
