Ankara – Turquía.- Una triste y aterradora historia ha conmocionado a Turquía, luego de que se conociera que un futbolista de ese país mató a su hijo de cinco años, que estaba hospitalizado por presunto contagio de coronavirus, debido a que no lo quería.
El crimen ocurrió el 23 de abril pero 11 días después fue que Cevher Tokta, de 33 años, confesó que había asfixiado con una almohada al pequeño Kasim.
Medios turcos reportaron que Kasim fue llevado al hospital por su propio padre porque tenía tos y fiebre alta. Allí quedó internado por sospecha de haber sido contagiado de coronavirus.
Pero Tokta en un momento a solas con su hijo ejecutó el abominable crimen.
«He presionado la almohada sobre la cabeza de mi hijo durante 15 minutos. Mi hijo estaba agonizando. Sin embargo, seguí imprimiendo con una almohada hasta que murió», dijo ante un tribunal el exjugador de Hacettepe Spor en la Superliga turca.
Tokta salió de la habitación y avisó a los médicos que su hijo estaba empeorando.
Kasim fue trasladado a la unidad de Cuidados Intensivos, pero dos horas después quedó certificado su deceso.
Aunque en principio nadie sospechó de un asesinato, el 4 de mayo Cevher Toktas salió de su casa y fue al Centro de Policía de Çar donde confesó el crimen.
“La razón por la que maté a mi hijo ese día es simplemente porque no lo amaba. No tengo ningún problema de salud ni psicológico. No tengo ningún problema con mi esposa y mi otro hijo», dijo Cevher Tokta, que actualmente milita en el Bursa Yildirim Spor, uno de los equipos de la Liga Amateur Regional.
El juez ordenó prisión para Toktas y una autopsia al cuerpo de Kasim.
