Iredell, NC.- El panorama en el condado Iredell muestra una combinación poco común: una población en rápido crecimiento y una delincuencia en marcado descenso. Desde 2014, el número de habitantes aumentó un 24,4%, alcanzando casi 210.000 residentes. Durante ese mismo período, el índice general de criminalidad cayó un 56,7%, según el informe de la Oficina Estatal de Investigación de Carolina del Norte, lo que posiciona a Iredell como uno de los condados en expansión más seguros del estado.
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El sheriff Darren Campbell atribuye este logro a un enfoque firme y constante. Desde el inicio de su gestión, reiteró que el condado no representaría un espacio favorable para criminales reincidentes. Con estrategias que priorizan la presencia visible de los agentes, la concentración en delincuentes habituales y la prevención sobre la reacción, la Oficina del Sheriff consolidó resultados sobresalientes.
Los números confirman esa tendencia. Desde 2014, los delitos contra la propiedad descendieron un 63% y los agentes resolvieron el 94% de los casos, pese a recibir más de 1,4 millones de llamadas de servicio. En paralelo, incautaron drogas ilegales con un valor superior a 51 millones de dólares y confiscaron casi 4 millones de dólares en efectivo provenientes del narcotráfico.
Para Campbell, los indicadores van más allá de las estadísticas. “La comunidad quiere seguridad, confianza y colaboración”, afirmó. Por esa razón, la Oficina del Sheriff implementó iniciativas que buscan involucrar de manera directa a los residentes. Programas como la Academia de Ciudadanos, la Academia Adolescente, la Liga Atlética Juvenil y el Escudo de la Iglesia fortalecen la conexión entre los ciudadanos y las fuerzas del orden. Además, clases gratuitas de prevención de estafas, defensa personal y respuesta ante tiradores activos ofrecen herramientas prácticas para enfrentar riesgos cotidianos.
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La tecnología también ocupa un lugar central en esta estrategia. A través de una aplicación oficial y de redes sociales, la oficina mantiene a la comunidad informada en tiempo real. Al mismo tiempo, reinvierte activos incautados en seguridad pública mediante la compra de equipos modernos como drones, unidades K9, escudos balísticos, un bote de patrulla para el lago Norman, un vehículo blindado BearCat y tecnología de localización para emergencias.
El condado opera con solo un agente por cada 1.000 habitantes, una cifra muy inferior al promedio nacional de 2,8. Para Campbell, la dedicación y eficiencia de su equipo compensan esa diferencia. “Nuestro crecimiento avanza a un ritmo acelerado, pero nuestro compromiso con la seguridad crece aún más rápido”, concluyó.