Houston-Estados Unidos.- Javier Carrillo se encuentra en un centro de inmigración cercano a Houston, dice que le toca compartir a diario “un cuarto” con otras 10 personas que padecen el COVID-19 y denuncia que el lugar actualmente funciona bajo pésimas condiciones sanitarias.
Sus familiares, quienes viven en California, aseguran estar desesperados por la situación y temen por el bienestar de su ser querido.
“Yo Tengo dolor en el pecho y en la espalda”, dijo Carrillo, quien manifestó que a diario lo examina una enfermera.
El detenido afirma que su vida en el centro de detención “es un infierno (…) es muy duro”.
Su hermana Verónica Carrillo está desesperada y teme que su estado de salud se agrave.
“Siento que se van a enfermar todos. Si no tienen papel de baño para ofrecerle, mucho menos van a tener medicamentos”, expresó.
Desde que empezó la pandemia COVID-19, los contagios en centros de detención se han convertido en una fuente de tensión y miedo. Ha habido protestas, huelgas de hambre y hasta acciones legales para solicitar liberaciones de detenidos por prevención.
El abogado de Inmigración, Ángel Rodríguez, pide que en esta situación dejen salir a las personas confirmadas con el virus, para no contaminar al resto de la población en el lugar. De igual manera solicita el tratamiento para los infectados.
Hasta el momento existen más de 600 detenidos positivos a coronavirus en Estados Unidos, según reveló el Servicio de Inmigración.