Madrid – España.- El gobierno español enviará un buque a la isla italiana Lampedusa para rescatar a los más de 100 migrantes que están atrapados desde hace 19 días en el barco de la ONG Open Arms.
El objetivo es resolver esta misma semana la emergencia humanitaria que se vive a bordo del Open Arms, expresó la presidencia del gobierno de España en un comunicado.
El patrullero “Audaz”, con 48 tripulantes y 93 metros de eslora, partirá a las 5 pm (hora local) y navegará unas tres jornadas para hacerse cargo de los inmigrantes.
También acompañará a la nave de la ONG hasta la española isla de Mallorca.
El Open Arms es un barco que rescató a unos 160 migrantes en el Mar Mediterráneo en varias operaciones y se mantiene frente a la costa italiana Lampedusa.
Este martes al menos 15 migrantes se lanzaron al mar desde el barco con la intención de llegar a tierra firme italiana.
En la nave se viven momentos de caos, debido al prolongado tiempo en espera por un permiso de Italia para desembarcar a los migrantes y a la incertidumbre de éstos en su objetivo por llegar a tierra firme.
La ONG describió la situación como fuera de control y desesperada.
Las autoridades italianas se negaron desde un primer momento a permitir que los migrantes lleguen a su territorio. «En ocho días este barco va y vuelve de Ibiza y Formentera hasta tres veces. ¿Por qué estos pobres migrantes no pueden ser llevados a Ibiza y Formentera?”, expresó el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini.
Este martes un primer hombre, de nacionalidad siria, se lanzó al agua con la intención de llegar a la costa. Otros nueve con chalecos salvavidas lo siguieron. En total, al menos 15 se tiraron de la embarcación.
En pequeñas lanchas socorristas de Open Arms intentaron persuadirlos para devolverlos al barco, pero los migrantes se negaban. Solo querían ir a la costa.
Laura Lanuza, vocera de la tripulación, dijo que los que quedaban a bordo del barco amenazaban con tirarse también.
El capitán del barco ya había alertado que la tripulación, formada por 17 personas, no podía controlar el caos que se estaba acrecentado en la nave.