Lo suficientemente trágico, para llamarlo de esta manera, fue el hecho sangriento perpetrado hacia los estudiantes en Parkland, en la Florida, cuyo presunto autor es precisamente un ex-estudiante de la misma escuela, en donde acabó con la vida de inocentes ex-compañeros y profesores de un plantel educativo en una tranquila ciudad del sureste de los Estados Unidos, cuyo victimario es precisamente un joven que no alcanza todavía a cumplir los veinte años de su temprana edad, que al parecer, quedaría truncada para siempre.
Estas tragedias, muy lamentables en nuestro entorno, todavía no tienen una respuesta concisa del gobierno federal estadounidense, ya que sus circunstancias, por decir lo menos, nuestra sociedad como pueblo, es hasta estos momentos, víctima de un blanco fácil de asesinatos a sangre fría, provocada por quienes portan armas sin control psiquiátrico, a causa que la Segunda Enmienda Constitucional, dice: “siendo necesaria para la seguridad de un Estado libre una milicia bien organizada, no se coartará el derecho del pueblo a tener y portar armas”. Esta es, precisamente, la Enmienda que urge y tenemos que enmendarla en el Congreso estadounidense a través de los congresistas, que deben presentar un proyecto de ley basado en las condiciones sociales, culturales y salud mental de los ciudadanos que quieran gozar de sus derechos constitucionales, especialmente de la Segunda Enmienda que habla del porte y tenencias de armas de fuego.
Desde el suceso histórico de septiembre 11, 2001, también trágico para el pueblo estadounidense, la vida cambió para todo el mundo en este país, porque su seguridad nacional se convirtió como una pesadilla en el convivir de toda familia; especialmente para aquellas que tienen que estar aquí dentro de un sistema, que a título de seguridad nacional, se ha hecho represivo por parte de los agentes del Servicio de Seguridad Nacional, en los que en una gran mayoría de casos, se continúan violando los derechos humanos.
La participación del presunto autor de esta masacre humana en estudiantes y profesores de la escuela en Parkland, nos invita nuevamente a exigir para que el gobierno federal de los EE.UU. cambie su política de seguridad pública en las escuelas del país. No es posible continuar que los mismos estudiantes presencien hechos de barbarie con sangrientos episodios, sin que se justifique de qué manera una persona ingresa un arma de fuego después de cruzar la vigilancia de revisión o chequeo, sin ser detectada, a una área escolar y llegar para abrir fuego asesinando a quien se le atraviese o esté a su paso. No podemos aceptar, bajo ningún concepto, que el propio mandatario estadounidense exprese “que nadie puede sentirse inseguro en una escuela en este país!!!. Bueno, realmente nuestro Presidente, reconozcámoslo o no , es el presidente de los EE.UU.y por eso mismo, nos causa estupor escucharlo expresándose de esa manera, cuando la sociedad estadounidense sigue perdiendo vidas, porque el control de armas de fuego está en manos de la poderosa NRA (Asociación Nacional del Rifle), quien maneja el destino de nuestras comunidades y permite seguir campeando su inmenso negocio a costa de la vida de los inocentes que mueren en escuelas, universidades, iglesias, calles o cualquier otro lugar que los asesinos elijan para matar, simplemente porque la Segunda Enmienda Constitucional de los Estados Unidos de la Union Americana así lo permite.
Sin embargo, también hay que analizar los componentes sociales que entran en un sicoanálisis de nuestra moderna sociedad joven y adulta.Buscar responsables o culpables de hechos delictivos no únicamente es tarea de tener autoridad y leyes.Es necesario buscar elementos de juicio social para conocer dónde están los problemas de los seres humanos cuando actuamos con instintos de deshacernos de la vida de otros.Encontrar bajo un marco de profundo análisis los principios de la formación familiar, que quizá eso nos permita saber la dimensión de nuestras responsabilidades como padres de nuestros hijos.Las características mentales que tienen que heredarse cuando existe la separación conyugal, quedando en mayoría de casos, con traumas psicológicos que dan como efectos resultados trágicos, que pueden asociarse a los que estamos viviendo en muchas partes del mundo.
Los momentos por los cuales nuestra seguridad pública, a nivel nacional, la podemos considerar muy crítica para nuestras comunidades. Es urgente enmendar nuevamente la Segunda Enmienda de nuestra Constitución, implementándose normas de estricto control para la tenencia y uso de armas, en las que puedan garantizar que un ciudadano que obtenga este permiso haya pasado por un examen psicológico estricto y con un récord limpio personal; esencialmente para aquellos que fueron a combates de guerra o rigurosos entrenamientos militares, porque portar un arma de fuego de alto calibre no es comprar un juguete navideño para disparar jugando. Es posible, que los medios de comunicación también sean más responsables en la difusión informativa y noticiosa en donde los niños son vulnerables en cualquier momento.