Los tiempos de la política moderna estadounidense, fueron cambiando paulatinamente, ante los hechos históricos de sus protagonistas que impulsaron cambios para un buen estilo de gobernar, en el país que lidera como potencia mundial llamado los Estados Unidos de America, desde donde su mas importante concepto social lo estigmatiza su democracia.
El mismo concepto de su democracia, ha permitido que conservemos una mejor forma de vivir en el presente Siglo XXI, que nos pone a prueba para superar las adversidades, pero sujetas a hombres importantes que han liderado en el destino de esta gran nación norteamericana, compuesta de millones de inmigrantes que siguen escribiendo la historia de este país.
Y dentro de ese contexto sociopolitico, aparece la figura presidencial que mas tarde se convierte en un estadista, como para conservar una estatura que se agregaría a la de los grandes presidentes que tuvo la Union Americana en su fundación, siguiendo el buen ejemplo de las virtudes de esos grandes patriotas estadounidenses, cuando un afroamericano se convierte en el presidente numero cuarenta y cuatro de los Estados Unidos de America, y que al paso de su mandato presidencial deja el cargo con un 55% de aceptación ciudadana, a pesar de haber tomado un país en recesión económica y en galopante preocupación mundial del terrorista mas buscado, Osama bin Laden, que dejó, mas tarde, ser una amenaza continental.
Los aciertos y desaciertos del presidente Barack Obama, hay que medirlos con profundo análisis exhaustivo, que permita aceptar una realidad antes que una inclinación política partidista, porque el destino de una nación no es de conjeturas sino de valores del pueblo y su sociedad como mandante de gobiernos transitorios dentro de su proceso democrático electoral.
Y, dentro de esos aciertos y desaciertos enumeraríamos, en conjunto, varios que están ligados a su periodo presidencial: la misma recesión económica al inicio de su mandato; el controvertido tema de inmigración que legalizó a mas de 5 millones de indocumentados, pero dejó de cumplir su promesa total; asimismo, fue el presidente que mas deportó a inmigrantes indocumentados, pero alivió a millones millones de soñadores; fue el presidente que mas visitó a Latinoamérica; se dobló la seguridad nacional, especialmente en casos de terrorismo interno, no como lo hubiésemos deseado pero fue bastante satisfactoria la seguridad ciudadana; supo con mucha inteligencia mantener una robusta democracia, investida de su rango presidencial como Comandante en Jefe de las FF.AA.; hubo control dentro de los parámetros de precios en la gasolina; mas de 20 millones de estadounidenses que no tenían servicio de salud, lo obtuvieron; la imagen presidencial estuvo demarcada dentro de la mayor cantidad de medios de comunicación, en los que dio apertura con mucha categoría de estadista, especialmente a los medios de habla hispana con los que en franco diálogo afrontó las diferencias de aciertos y desaciertos en su gobierno; no pudo agendar una reforma de la Segunda Enmienda Constitucional (control de armas); la cárcel de Guantánamo quedó con la misma figura en otros gobiernos; logró una robusta política fiscal; se anotó un gran punto sobre el problema de calentamiento global junto a otros países; el nivel del desempleo bajó considerablemente; en Medio Oriente hizo acuerdos significativos (Irán): salvó la economía en el 2009; con Venezuela, se manejaron los problemas con mucha tibiez, no así con Cuba, que aunque el embargo no se suspendió quedó una relación diplomática positiva.
El discurso del presidente Barack Obama en Chicago, su último como presidente de la Unión Americana, deja como legado, con aciertos y desaciertos, estigmatizada la democracia de EE.UU., con la misma tradición que comenzó George Washington desde 1796, recalcándola como un trabajo difícil pero hermoso, que cuenta como la nación más rica, más poderosa y más respetada del mundo. El presidente Barack Obama, se despide de la Casa Blanca, con más de 20 puntos de diferencia de George Bush, hijo, que terminó su mandato en 2008, dejando al país en grave recesión económica. Una de las cualidades del presidente Obama, es su serenidad y el comportamiento de estadista que deja como el primer presidente afroamericano, con un concepto de virtud que forma parte de su legado como presidente de los Estados Unidos de América.
