Los Angeles.- La corredora hispana que logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Río por 0.03 segundos
Tras una caída en la carrera de 800 metros, Brenda Martínez intentó nuevamente en la categoría de 1,500 metros y calificó para participar en Brasil.
La atleta californiana Brenda Martínez supo desde niña que podía convertirse en una de las mejores corredoras del mundo. Sus padres mexicanos también lo sabían.
El padre, Andrés, usaba su salario como constructor, jardinero o plomero para comprarle a Brenda sus zapatillas deportivas, las mismas que usaría para romper los récords de atletismo en su escuela. Y la madre, Rosa María, se dedicaba a vender tamales -cuando no estaba limpiando hoteles o tomando clases nocturnas- para enviar a Brenda a competencias en otros estados como Louisiana y Kentucky.
Esos sacrificios y la perseverancia de Martínez dieron su máximo fruto este verano: en julio, la joven de 28 años calificó para representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2016.
A sus 28 años, viajará a Brasil para competir en la carrera de 1,500 metros, una meta para la que trabajó sin descanso por más de dos décadas.
«Yo sabía que tenía ese potencial», dijo la atleta en entrevista telefónica con Univision Noticias. «Es una de esas cosas que cada atleta sabe. La idea siempre está en tu cabeza de que este esfuerzo puede pagar por la universidad, y que te puede llevar hasta las Olimpiadas».
Un camino largo y difícil
Su primer gran reto llegó tras graduarse en 2010 de la Universidad de California en Riverside, donde se había destacado como atleta de la Asociación Nacional Atlética Colegial (NCAA).
Martínez quería entrar a un grupo de corredores que la ayudara a continuar su entrenamiento y solicitó admisión a dos de estos clubes, conocidos en el complejo mundo del atletismo posuniversitario como elite development clubs. En ambos casos fue rechazada. «Me dijeron que no era una corredora campeona. Me cerraron la puerta», recuerda.
Pero ella confiaba en su talento y siguió entrenando con el apoyo de su esposo, Carlos Handler. Eventualmente la joven encontró a alguien que sí vio su potencial: el conocido entrenador Joe Vigil, quien en 2015 recibió el premio de «Entrenador Legendario» de la asociación USA Track & Field.
Find a group of people who challenge and inspire you, spend a lot of time with them, and it will change your life! -Amy Poehler I’m grateful tomorrow I get another opportunity to compete for a spot on the USA Olympic Team. These two men are the reason I’m healthier & fitter then I have ever been. Thank you @melvintann27 & Coach Vigil! #teamNB
A photo posted by BRENDA MARTINEZ (@bmartrun) on Jul 9, 2016 at 9:35pm PDT
Con el entrenamiento de Vigil, Martínez compitió en 2013 en el campeonato mundial de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, donde se convirtió en la primera mujer estadounidense en ganar una medalla en la carrera de 800 metros.
Ante la pregunta sobre qué vio Vigil en ella que los grupos elite no vieron, la joven dice que tal vez nunca sabrá la respuesta. «Es algo que sucede mucho en el mundo de pista y campo», explica. «No siempre hay gente que quiere ayudar a otros».
Para inspirar a otros jóvenes atletas como ella, Martínez ayudó a fundar el grupo Big Bear Track Club en su ciudad, Big Bear Lake, del cual también es miembro el atleta olímpico Boris Berian.
Martínez también entrena a chicas corredoras en un campamento y les dona zapatillas deportivas para asegurar que puedan lograr sus metas.
«Es importante ponerle el tiempo a ayudar a otros», cuenta.
Una carrera apretada
Martínez había tenido una semana decepcionante antes del domingo en que logró entrar al equipo olímpico.
Su plan era llegar a los Olímpicos para correr en la carrera de 800 metros, la categoría en la que ganó durante el campeonato mundial de 2013. Pero, durante la carrera de calificación en esa categoría el pasado 4 de julio, se tropezó con otra corredora y terminó obteniendo el séptimo lugar.
Estuvo a punto de perder todas las esperanzas, dice, pero se propuso llegar a Río de Janeiro como corredora de 1,500 metros, evento para el cual tenía la carrera de calificación tres días más tarde. En esa última oportunidad, Martínez obtuvo el tercer lugar y venció a la corredora que llegó en el cuarto puesto por un margen de 0.03 segundos.