El estadounidense Luke Aikins se convirtió en el primer hombre en saltar sin paracaídas desde un avión y aterrizar en una red de 100 por 100 pies suspendida entre grúas. Su hazaña tuvo lugar en Sim Valey, California.
El hombre, de 42 años, cayó desde 25,000 pies de altura a la red que le esperaba. Antes de saltar, cuenta que el Sindicato de Actores de la Pantalla le ordenó que por seguridad utilizara un paracaídas, lo cual, a su juicio, hubiera hecho más peligrosa la caída en la red. Sin embargo, unos minutos antes ese requisito fue cancelado.
Aikins, quien también ha hecho escenas arriesgadas para cine, preparó el salto durante un año y medio, pues no se trataba de un acto menor: el descenso, que duró dos minutos, fue a 120 millas (193 kilómetros) por hora.
Junto a él saltaron otras tres personas, todas con paracaídas. Una de ellas llevaba una cámara, otra le proporcionó un poco de oxígeno y la tercera portaba un indicativo de humo para que la gente en la tierra pudiera apreciar el descenso.
Después de caer en la red, Aikins caminó hacia su esposa Mónica y a su hijo Logan, de cuatro años. La abrazó y aseguró sentirse «levitando» y no poder articular palabras por lo que acababa de suceder.
El intrépido hombre, que también dirige una escuela de paracaidismo en Washington, dijo que el entrenamiento arduo y correcto lleva a «hacer realidad cualquier cosa».
Aikins hizo su primer salto tándem a los 12 años, y acumula más de 18,000 saltos y acrobacias .
Su padre y su abuelo fueron paracaidistas. Su esposa se dedica a la misma actividad.
