Cuando la Policía de cada ciudad o estado de la Union Americana, se ve envuelta todavía, en la excesiva y brutal fuerza policial contra ciudadanos de cualquier origen de país, en la que muchos han perdido sus vidas, sus familiares no han tenido otro recurso que protestar en las calles, para reclamar a la autoridades de tantos crímenes cometidos por oficiales de policía a titulo de ejercer el control ciudadano; pero se han desviado de sus principios de formación y se convirtieron en agentes represivos, usando la brutal fuerza que terminan en agentes criminales.
Aún mas, lamentablemente, observamos y nos informamos por distintos medios, que los números aumentan por casos de abuso policial en ciertos estados del país, así mismo, en ciertas ciudades, el cuerpo policial está dialogando con las comunidades, especialmente con aquellas que está siendo más golpeada ante represiones brutales, la hispana, y que tiene en su mayoría el desconocimiento del idioma inglés para explicarse o defenderse.
Sin embargo, los oficiales de policíadeCharlotte-Mecklenburg, están haciendo lo posible para que exista una buena relación entre la comunidad hispana con ellos, cuya estrategia está siendo bien vista por importantes sectores ciudadanos de nuestra comunidad latina, misma que la Policía no quiere verse vinculada con lo que está haciendo el Servicio de Inmigración (ICE); es decir, que nada comprometa a la Policía de Charlotte- Mecklenburg, con Inmigración, que se ha colocado en desafiar una orden ejecutiva presidencial y su propio sistema inmigratorio fracasado.
Muy adentro de lo que significa migrar, está un dolor muy profundo en cada ser humano que abandona su país buscando un mejor futuro. El precio que muchos han pagado es muy alto (hasta con sus vidas), porque, además, han dejado hijos y familias a merced de criminales que los asechan, y para salvarse tienen que pagar dinero a los guerrilleros y pandillas urbanas y rurales que hay en muchos países latinoamericanos.
Al llegar a los Estados Unidos de América, los inmigrantes, en su mayoría latinoamericanos, lo primero para ellos, es encontrarse con un sistema de cultura diferente al que antes vivían; y, consecuentemente, enfrentarse a un idioma que jamás se los enseñaron (inglés), de tal manera que, ya esa circunstancia migratoria los convierte en inmigrantes vulnerables de todo los que los rodea, que no les permite comunicarse ni mucho menos defenderse de abusos policiales y de agentes de inmigración.
Este Vía Crusis inmigratorio es el que deja como saldo negativo en nuestra comunidad hispana, en el que hacen esfuerzos las instituciones por superar estos problemas sociales, que al decir de tantos, la vulnerabilidad inmigratoria aumenta en la comunidad hispana, que no sabe ni puede explicarse o defenderse.
