Una de las tantas reuniones provechosas con la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, la que obtuvo más orientación hacia los problemas de la comunidad hispana, representantes de instituciones y líderes de nuestra comunidad, incluidos medios de comunicación; sin dejar al margen las estadísticas que algunas personas expusieron en temas de salud, educación y seguridad pública y el que más preocupó fue el tema migratorio, mismo que repercute cada día en los inmigrantes indocumentados y especialmente de aquellos que son de origen hispano.
Lo reflejado en aquellas reuniones fue innegablemente lo crítico por la que atraviesan las familias hispanas que se encuentran sin legalización.
Pero lo más grave de aquellas personas es el maltrato ante los abusos que realiza el Servicio de Inmigración (ICE) por sus siglas en inglés, que viola los derechos humanos y civiles individuales o colectivos en la comunidad indocumentada; porque a título de presunciones se persigue a las ciegas e Inmigración entra a hogares sin orden judicial. Es más, viola la Orden Ejecutiva del presidente de los Estados Unidos de América, en los que hay casos que los indocumentados están en condiciones de un proceso de legalización en las Cortes del País.
El mismo hecho de estar convocados estos líderes de nuestra comunidad con la primera autoridad civil de esta ciudad, la alcaldesa Roberts, se está enviando un mensaje muy claro al Departamento de Justicia a través de Inmigración, para que la persecución no sea a inocentes que se convierten en víctimas de un fracasado sistema migratorio que el mismo presidente Obama así lo ha calificado.
El espíritu que lleva a los representantes de las distintas organizaciones sociales es la de proteger a indocumentados inocentes, que por cierto no estén vinculados a ningún tipo de delitos criminales en este país, o sean inmigrantes con historia delictivas en sus países de origen, porque hay un definido principio de defensa humana que necesitan tantos jóvenes estudiantes, que no pueden vivir en el lugar en donde nacieron porque corren peligro sus vidas y la de sus padres.
Esta convocatoria institucional con la alcaldesa Jennifer Roberts tuvo que concluir con un manifiesto de diálogo entre las autoridades de la ciudad y el Servicio de Inmigración y Naturalización (ICE), en forma bipartidista, es decir, que hubo un diálogo que no fue excluida la representación ciudadana de los líderes de la comunidad hispana, en la que están incluidas las iglesias que poseen pruebas del maltrato a los inmigrantes provenientes de una gran cantidad de agentes de Inmigración, a la que tenemos que exigir, con dignidad, respeto a las leyes y a los inocentes inmigrantes indocumentados, sea de donde fueren, pero en justicia en este país de leyes.