Para Hillary Clinton, las primarias presidenciales demócratas de hoy sábado en South Carolina no son solo una ocasión para ganar, sino para hacerlo a lo grande.
Tras sufrir algunos altibajos en el arranque de las primarias, un triunfo considerable de Clinton sobre su rival Bernie Sanders supondría un impulso moral para su campaña a la Casa Blanca y una buena ocasión para dejar atrás los malos recuerdos de su derrota en 2008 en el estado.
Además dejaría a Clinton en el camino de conseguir un gran número de delegados en el Súper Martes de la próxima semana en los estados del sur.
En lugar de dedicar un preciado tiempo a un estado que está dispuesto a perder, el senador Sanders pasó gran parte de la semana en las zonas que votarán en marzo. Incluso, en la víspera de las primarias de South Carolina, empezó la jornada en Minnesota antes de viajar al sur para participar en un par de eventos.
