Dayton – EEUU.- A pesar de las críticas por su retórica racista y en contra de los inmigrantes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó, este miércoles, las ciudades que, el pasado fin de semana, fueron sacudidas por la violencia armada.
En una primera instancia, el gobernante estuvo en Dayton, Ohio, la urbe que, la madrugada del domingo, vio morir a diez personas. Entre las víctimas se encuentra Connor Betts, el atacante de 22 años, que fue neutralizado por la policía, después de abrir fuego en las inmediaciones del bar Ned Peppers.
Más tarde, Trump visitó la ciudad de El Paso, en el estado de Texas. Allí, 22 personas murieron baleadas el sábado, después de que Patrick Crusius, un joven de 21 años, con afinidad hacia la supremacía blanca, disparara en contra de quienes visitaban una tienda de la cadena minorista Walmart.
Cuando salió de la Casa Blanca, el Jefe de Estado dijo que quería reforzar los chequeos de antecedentes para la compra de armas y asegurarse de que las personas con enfermedades mentales no puedan adquirirlas.
El ocupante de la Oficina Oval agregó que contará con el apoyo del Congreso en ambas medidas. Sin embargo, dejó claro que no buscará prohibir el derecho constitucional que tienen los estadounidenses para comprar y portar armas.
