Antar Davidson se convirtió en un héroe nacional para los defensores de los inmigrantes, luego de que se opusiera a separar a dos hermanos que se estaban abrazando en un centro de detención para niños en Arizona.
“La jefa de turno me ordenó que tradujera para un grupo de hermanos brasileños que estaban acurrucados juntos y llorando amargamente porque esa noche estaban a punto de ser separados, después de todo un día en el que no se les había permitido dormir. Yo tenía que traducirles y decirles que iban a ser separados y en ese punto decidí: ‘No, no puedo hacer eso», le dijo a la BBC.
“Yo básicamente me di cuenta de que estar en Southwest Key significaría hacer cosas que yo considero moralmente incorrectas”, explicó a varios medios estadounidenses.
Davidson renunció a su empleo la semana pasada.
«El hecho de que la jefa hubiese elegido este momento para aplicarla (esta norma) de manera tan agresiva es un indicador de que la gente que tiene éxito en esa institución realmente demuestra falta de compasión». Y añade que las cosas habían cambiado en los centros desde que la administración Trump comenzó su política de “tolerancia cero”.
Por su parte, la directora de comunicaciones de los programas de Southwest Key, Cindy Casares y afirmó que sí está permitido abrazarse.
Pero la realidad es que más de 2.300 niños que ingresaron en Estados Unidos de forma irregular fueron separados de sus padres entre el 5 de mayo y el 9 de junio. Y la cifra sigue en aumento.
Activistas y opositores de esta política comparan la situación de los niños en los albergues con los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial.
Según Davidson, desde hace unas seis semanas, los niños empezaron a llegar niños angustiados y con signos de trauma. Algunos corrían y lloraban llamando a sus madres con manifestaciones claras de trauma.
El incidente que provocó la renuncia de Davidson se dio solo días antes de que el presidente Donald Trump firmara un decreto para detener la separación de las familias. Sin embargo, su orden de entregar los inmigrantes ilegales a la justicia criminal sigue vigente.
Hoy, la primera dama Melania Trump, se encuentra visitando dos instalaciones en Texas que alojan a algunos de los más de 2.300 niños separados de sus padres.
