Miami – EEUU.- Aunque el Gobierno federal mantiene suspendidas las redadas masivas, que serían efectuadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), miles de indocumentados, que residen en Estados Unidos, se mantienen expectantes.
El sábado, un día antes de que iniciaran las operaciones, con las que se pretendía localizar y arrestar a miles de familias con órdenes de deportación, el presidente Donald Trump anunció que había girado instrucciones para que ICE no lanzara los operativos.
En un mensaje publicado en Twitter, el mandatario argumentó que quería dar tiempo a los miembros del Congreso para que llegaran a un acuerdo, con respecto a los fondos de emergencia que han sido solicitados por la Casa Blanca, con la finalidad de atender la crisis migratoria que se padece en la frontera sur.
En aquel momento, el Jefe de Estado aseguró que la suspensión duraría “dos semanas”. Sin embargo, el anuncio no calmó los nervios de mujeres como María, una inmigrante ilegal que tiene cerca de dos décadas viviendo en el estado de Florida.
Desde que se conoció que ICE estaría haciendo redadas y arrestos, la mujer decidió parar su carro varias cuadras antes de su lugar de residencia. El fin de semana, antes de saber que las operaciones serían puestas en el congelador, la indocumentada pidió a sus hijas cerrar puertas y ventanas, y permanecer dentro de la casa.
“Estos días he tratado de mantenerme tranquila. Me he enfocado mucho en agarrarme de la fe. Creo mucho en Dios, creo mucho en su protección y, pase lo que pase, estoy en sus manos», afirmó María.
Un relato similar fue el narrado por el periodista Danny Rivero. En su cuenta de Twitter, el comunicador comentó que, tras un recorrido de su padre por el popular “Mercado de las Pulgas” de Miami, éste le comentó que el lugar “estaba extrañamente vacío”.
Según Rivero, su progenitor averiguó el porqué de aquella situación. Al hacerlo, una persona le respondió que “la gente tiene miedo por las redadas de ICE”.
Por su parte, Thomas Kennedy, director político de Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC), aseguró que los indocumentados “tienen miedo de que ICE va a llegar a su casa, que les va a tocar la puerta y que pueden perder todo lo que han construido” en Estados Unidos.
