VILLARREAL — España inicia este domingo, en Villarreal, la definitiva cuenta atrás hacia el Mundial de Rusia con lo que Julen Lopetegui llamó “evolución” para evitar una palabra, revolución, que sin gustar en el seno de la selección se adivina a su alrededor. De los 23 futbolistas que tomaron parte en el torneo de 2014 solamente 11 repiten en una lista en la que hay hasta 10 nombres que debutarán en una gran cita, y dos (Thiago y Lucas Vázquez) que se estrenaron en la Eurocopa de 2016.

Vicente del Bosque acudió al Mundial de Brasil con la formación que conquistó el Mundial de 2010 en Sudáfrica y la Eurocopa de 2012 en Ucrania… Y el fracaso fue absoluto. Destrozada por Holanda y derrumbada por Chile, España cayó en una primera ronda mundialista que no debió provocar la lección esperada por cuanto ante la Eurocopa de 2016 el seleccionador siguió confiando en la misma columna vertebral, con ausencias, sonadas, por motivos mayores.

En la Eurocopa de Francia entró Thiago, ausente en 2014 por lesión, y faltaron Diego Costa y Reina respecto al Mundial anterior. Y tampoco estuvieron Xavi o Xabi Alonso, retirados del equipo nacional. Pero el fondo y la forma no fue apenas distinto al del Mundial anterior, consumándose un fiasco tan temido como doloroso al caer ante Italia en unos octavos de final que provocaron, ya de manera indiscutible, el cambio de guardia.

Lopetegui, sorprendente sucesor de Del Bosque al mando de la selección española, comenzó una revolución silenciosa. Se acabó la era de Casillas, y fueron cayendo los Pedro, Cesc, Aduritz, Juanfran, Bruno o San José, perdiendo protagonismo también Nolito, Bartra, Rico y Bellerín. Todo hasta la criba final en que Morata, su exclusión de la lista definitiva para el Mundial de Rusia, se convirtió en la noticia más destacada…

La “evolución” de Lopetegui pasará un examen de máximos en Rusia, comenzando por Portugal y acabando una primera fase que se presume debe dar paso a los octavos tras enfrentar a Irán y Marruecos antes de empezar, en mayúsculas, los duelos a vida o muerte.

Lo hará, España, con un combinado que da a entender un cambio de guardia, una nueva generación que apunta los primeros nombres en quienes quiere confiar un seleccionador que ya ha dado a entender la personalidad que viene: La nueva selección ya está preparada.