Salem – EEUU.- A pesar de los pedidos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), las autoridades de la localidad de Aloha, en Oregon, dejaron en libertad a Alejandro Maldonado Hernández, un inmigrante indocumentado, al que se acusó de homicidio involuntario, asalto y manejo imprudente.
De acuerdo con los reportes policiales, Maldonado Hernández fue el causante del accidente automovilístico que se registró el 12 de julio. Aquél día el inmigrante ilegal protagonizaba una carrera callejera que terminó en tragedia, cuando su auto impactó el vehículo de Patrick Ator y su esposa, Jenace Ator.
A causa del incidente, Patrick sufrió heridas graves, que obligaron a los cuerpos de rescate a trasladarlo hasta un centro asistencial. Jenace, sin embargo, pereció en el lugar del suceso, sin que los paramédicos pudiesen hacer algo para salvarle la vida. Maldonado, por su parte, sobrevivió a la colisión y fue arrestado por agentes que trabajan para la Oficina del Alguacil del condado Washington, en Oregon.
Desde ese momento, el indocumentado permaneció tras las rejas. Cuatro días después, ICE pidió que se mantuviera bajo custodia, hasta que la agencia pudiese actuar para recogerle y deportarle. A pesar de la solicitud, Alejandro Maldonado Hernández salió de prisión el jueves, 08 de agosto. Inmediatamente después, se trasladó hasta México, un país en el que las autoridades estadounidenses no tiene jurisdicción.
Tras la huida, el inmigrante permanece prófugo. Su puesta en libertad y escape han reabierto el debate en torno a las “ciudades santuario”, localidades que, a raíz de sus leyes o por órdenes de los Ejecutivos locales, no cooperan con el Gobierno federal de Estados Unidos en la captura o deportación de indocumentados.
