Chicago – EEUU.- Un inmigrante rumano evitó la deportación, luego de engañar a los agentes que le acompañaban. El pasado 10 de junio, el hombre de 32 años, identificado como Radu Anghel, logró burlar a sus escoltas, utilizando una artimaña de película.
El indocumentado estaba a punto de tomar un vuelo que lo devolvería a su Rumania natal. Justo cuando se encontraba dentro de la terminal internacional de Aeropuerto de O’Hare, en Chicago, Illinois, el sujeto pidió, a dos oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), que le permitieran ir al baño.
En un descuido de los funcionarios, Anghel abandonó el tocador y caminó, hasta la salida del aeroparque, como si se tratara de un pasajero común. Una vez allí, el inmigrante abordó un taxi que lo llevó a un paradero no conocido por las autoridades.
ICE no ha revelado el nombre de los agentes que fueron burlados. Tampoco ha precisado si los oficiales fueron sometidos a algún tipo de castigo disciplinario.
De haberse concretado la deportación, hubiese sido la segunda vez que Radu Anghel era regresado a su país de origen. En febrero de este año, Estados Unidos lo puso en un vuelo con destino a Rumania, por quedarse más tiempo del que le permitía su visa de trabajador temporal.