Olympia – EEUU.- El demócrata Jay Inslee, actual gobernador del estado de Washington, al occidente de Estados Unidos, refrendó el miércoles una legislación que prohíbe a las autoridades regionales o municipales cooperar con el gobierno federal, en materia de inmigración.
El texto impide a agentes de la policía hacer preguntas sobre el estatus migratorio o el lugar de nacimiento de sus detenidos, a menos que esa información sea relevante para la investigación de algún caso. Además ordena a los funcionarios de las cárceles locales o estadales no cumplir con las órdenes de detención emitidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
“Nuestras agencias estatales no son agencias policiales de inmigración”, dijo Inslee al momento de defender la medida que convierte a Washington en un estado santuario. El mandatario, quien forma parte del nutrido grupo de precandidatos demócratas a la Casa Blanca, agregó que su administración no será cómplice “de los intentos depravados del gobierno de (Donald) Trump de desbaratar a las familias de inmigrantes y refugiados que trabajan duro”.