La embajadora Sahlework Zewde hizo historia al ser nombrada presidenta de Etiopía y convertirse en la primera mujer en ocupar la jefatura de Estado en ese país, y la única actualmente en ese puesto en toda África.
Sahlework fue elegida en una sesión conjunta de las dos cámaras del Parlamento tras la dimisión de su predecesor, Mulatu Teshome, quien ejercía desde 2013 en el cargo, que en Etiopía tiene un alto valor representativo pero no acarrea poderes ejecutivos.
«Necesitamos convertirnos en una sociedad que rechace la opresión de las mujeres», dijo Sahlework ante Parlamento poco después de jurar el cargo.
La designación de Shalework, hasta ahora representante especial del secretario general de la ONU, António Guterres, ante la Unión Africana (UA), se produjo días después de que el primer ministro etíope, el reformista Abiy Ahmed, aprobara una histórica reforma de su gabinete en la que la mitad de sus miembros son mujeres.
«Es un movimiento histórico la elección de la embajadora Shalework Zewde como nueva presidenta de Etiopía. Trae consigo las competencias y la experiencia correcta», dijo el jefe de la Oficina del Primer Ministro etíope, Fitsum Arega, en su cuenta de Twitter.
Mulatu, quien debía permanecer en el cargo hasta 2019, dejó el puesto sin especificar los motivos, aunque la opinión generalizada en el país apunta a que este movimiento busca garantizar una composición étnica más armónica entre los altos cargos de la política etíope.
El actual primer ministro, Abiy Ahmed, pertenece a la etnia Oromo, al igual que Mulatu y el ministro de Asuntos Exteriores, Workneh Gebeyehu, mientras que Shalework es de la etnia Amhara.
Sahlework fue el directora general de la ONU en sus oficinas en Nairobi hasta que asumió el papel de representante especial del secretario General de Naciones Unidas ante la UA.
Cuando Abiy visitó Kenia en mayo de 2018, apenas un mes después de asumir el cargo, se reunió con Sahlework en Nairobi, donde también visitó la oficina de la ONU que ella dirigía.