Phoenix.- “No quiero pensar lo que podamos encontrar el lunes cuando lleguemos a la oficina”, dijo a Univisión Noticias Kat Rodríguez, de la organización Colibrí en Tucson, Arizona. “Estamos alarmados por la ola de calor. Esto complica el cruce por el desierto y muchos indocumentados correrán peligro de muerte”.
Las altas temperaturas en la frontera entre Arizona y México llevaron a las autoridades federales estadounidenses a extremar las medidas de precaución para evitar este tipo de tragedias.
La Patrulla Fronteriza dijo que en el sector de Yuma se esperan temperaturas cercanas a los 120 grados Fahrenheit (48.8 centígrados) para este fin de semana, el mayor registro en lo que va del año.
“Nuestras oficinas están ubicadas en la morgue del condado de Pima”, explica Rodríguez. “Ellos también están alarmados. Nuestro trabajo consiste en ubicar personas, contactar a familiares cuando hallamos cuerpos. Trabajamos de cerca con los consulados para verificar identidades”.
Activan programas
La agencia federal dijo que permanece en alerta y aumentó “los procedimientos enfocados en la protección de la seguridad de la comunidad fronteriza y las personas que cruzan ilegalmente”.
Agregó que las unidades de búsqueda y rescate “centran esfuerzos en las áreas remotas del desierto de Sonora, donde las posibilidades de supervivencia son escasas para los que cruzan la frontera debido al entorno aislado y peligroso”.
También reiteró que el cruce en el sector de Yuma “podría resultar en una tarea fatal”, e indicó que la caminata en algunas áreas demora días o semanas para llegar a cualquier zona poblada.
Calor infernal
Tras advertir que el sector de Yuma es “hostil”, dijo que el calor extremo aumenta el nivel de peligro “para los que entran ilegalmente a través de lugares remotos”.
“El peligro es aún más evidente cuando las temperaturas del verano se disparan”, apuntó. Y precisó que es prácticamente imposible que un migrante cargue el agua suficiente “para sobrevivir durante días mientras cruza el desierto”.
En los últimos tres años la Patrulla Fronteriza ha lanzado una campaña de anuncios para desalentar el tráfico de indocumentados por la zona limítrofe entre Sonora y Arizona, uno de los puntos de mayor cruce indocumentado hacia Estados Unidos.
El objetivo de la campaña es alertar a los indocumentados que cruzan el desierto.
Zona de muerte
Cifras recientes de las Patrulla Fronteriza revelan que en los primeros ocho meses del año fiscal 2016 (hasta fines de mayo), se descubrieron 50 cuerpos, presuntamente de migrantes, en la frontera de Arizona-México.
“Pero no son los únicos”, advierte Rodríguez. “Los rancheros también encuentran muertos, y personas de vacaciones en la zona. Y también algunos se mueren en los hospitales después que ingresan graves a causa del calor. Nosotros estamos trabajando en estas cifras. Estamos seguros que la cuenta es mayor”.
El pasado 1 de junio el Servicio Nacional Meteorológico lanzó una alerta de calor excesivo para la zona de la frontera de Arizona, incluyendo Yuma y la ciudad de Lake Havasu, además de pasos en la frontera con México.
Los consulados mexicanos en la frontera están recomendando a la población en general evitar la exposición al sol por largos períodos de tiempo además de actividades recreativas al aire libre.
Las autoridades del estado también recomiendan no consumir bebidas alcohólicas porque elevan la temperatura corporal.
El desierto también mata
La organización “Ángeles de la Frontera”, que instala estaciones de aprovisionamiento para inmigrantes en el desierto, dijo que es importante que los inmigrantes sepan que no vale la pena intentar el cruce en esta temporada.
“No deben arriesgar sus vidas, no vale la pena regresar en un ataúd”, dijo a Univision Noticias Enrique Morones, director del grupo.
El activista también advirtió que además de los problemas causados por el calor, “otro de los grandes riesgos son las bandas criminales que controlan partes de la frontera.
“Cada día de está muriendo la gente en el desierto”, dijo Morones. “Por favor díganle a sus familiares que no arriesguen, que hace mucho calor. En la frontera tenemos un calor increíble. Uno apenas dura unas horas. No solo La Bestia (ferrocarril que cruza México) mata, el desierto también lo hace”.
La alerta se extiende
La organización “No More Deaths” (No más Muertes) activó las alarmas y puso en alerta a trabajadores de ayuda humanitaria y de derechos humanos en el desierto de Arizona a causa de las altas temperaturas.
La organización amplió la zona de asistencia en el desierto. “En la zona de Arivaca estamos cubriendo una zona más amplia que nunca. Desde el Campamento Byrd, que ha sido nuestra base de operaciones desde 2004, colocamos contenedores de agua en ciertos puntos en una zona de 800 millas cuadradas que incluye montañas escarpadas y matorrales planos de chollas”, explica el grupo en su página de internet.
“Agregó que mientras el patrullaje y la vigilancia no hacen más que crecer, los migrantes caminan por senderos cada vez más remotos y salvajes. Los voluntarios cruzan cañones, cerros y desfiladeros donde pueden encontrar a gente en peligro”.
Desde 2004 “No más muertes” cartografió senderos y deja agua en el corredor de Sonoyta–Ajo–Gila Bend, a una distancia de dos horas y media desde Tucson en coche. En esta zona de 1,700 millas cuadradas se ha triplicado el área de auxilio humanitario, indico.
Señala que en un viaje de cuatro días “podemos dejar hasta 500 galones (dos toneladas) de agua” que transportan en camionetas poco aptas para recorrer el desierto que divide Estados de México.
“No más Muertes” cuenta con varios campamentos en ambos lados de la frontera y asisten no sólo a inmigrantes que cruzan, sino también a muchos que no pudieron cruzar el desierto para ingresar a Estados Unidos, a quienes asisten para que regresen a sus casas junto a sus familias.