New York.- La empresa de transporte compartido Uber anunció hoy que ha alcanzado un acuerdo amistoso en dos casos judiciales en EE.UU. para seguir considerando a sus conductores como trabajadores autónomos y no empleados de la compañía, a cambio compensarles con 100 millones de dólares. En su blog corporativo, Uber informó de los acuerdos alcanzados en sendos casos en California y Massachusetts en los que sus conductores habían demandado a la compañía por no considerarlos empleados y por tanto no proveerles de los beneficios de los que goza esta categoría laboral.
Según los términos del acuerdo, Uber deberá pagar 84 millones de dólares a los conductores demandantes. Además, la compañía condiciona el pago de otros 16 millones, según el comunicado colgado en su blog, a que salgan a Bolsa y su valor de mercado crezca una vez y media por encima del valor de diciembre de 2015 durante el primer año.
«Los conductores valoran su independencia, la libertad de pulsar un botón en lugar de seguir un reloj, usar Uber y Lyft (una empresa de la competencia) simultáneamente y conducir durante casi toda la semana o tan solo unas horas», apunto la empresa. «Por eso estamos tan satisfechos de que este acuerdo reconozca que los conductores sigan siendo contratistas independientes, no empleados», añadió.
No considerar a sus conductores empleados resulta clave para el modelo de negocio de Uber, ya que les permite operar a precios bajos al no tener que pagar costes como el salario mínimo o la contribución empresarial a la seguridad social de los trabajadores.
Sin embargo, 385.000 conductores de los estados de California y Massachusetts demandaron a la empresa en 2013 al considerar que debían ser considerados empleados, como también lo han hecho conductores en Florida, Pensilvania y Arizona, estados en los que de momento aún no se ha llegado a ningún acuerdo.
Política de despidos
Además de este acuerdo, la empresa se comprometió a dar respuesta a ciertas demandas de los conductores como ofrecer información sobre por qué se decide les puede prohibir usar la aplicación, una . «No teníamos una política que explica cuándo y cómo prohibimos a los conductores el uso de nuestra aplicación, o un proceso para apelar estas decisiones. Con nuestro tamaño eso no es bueno. Es tiempo de cambiar», reconoce la compañía.
La empresa ha explicado qué motivos pueden llegar a penalizar a sus autónomos y dejarlos fuera de la aplicación. «Es muy importante que cuando la gente usa Uber tenga una gran experiencia y que sea seguro, fiable, cómodo y con una buena relación calidad-precio. De lo contrario, menos pasajeros utilizarán la aplicación», justifica. «La nueva política explica por qué se desactivan a los conductores, las advertencias que les damos y las circunstancias en las que los conductores pueden utilizar la aplicación de nuevo», señala.
«Desactivamos permanente a los conductores que son violentos, beben y conducen y nos negamos a que alguien niegue un servicio por el color de su piel o la orientación sexual (sucede, por desgracia). Pero ¿Y si lo que deteriora la calificación de un conductor es la mala conducción o un coche con mal olor? (Y no es sólo los malos olores causan problemas: nos llegan quejas por exceso de ambientador). En esos casos, dejamos que el conductor sepa que hay un problema y, si las cosas no mejoran,se desactivará su cuenta. También estamos trabajando con una serie de empresas para proporcionar cursos de mejora de calidad asequibles», justifica la compañía.