New York.- El gigante del country Merle Haggard, quien logró superar la pobreza y la prisión para alcanzar la fama internacional a través de canciones sobre renegados, perdedores y un sentido respetuoso de orgullo nacional en éxitos como «Okie From Muskogee» y «Sing Me Back Home», murió el miércoles a los 79 años, el día de su cumpleaños.
El mánager de Haggard, Frank Mull, dijo que el ícono del country murió en Palo Cedro, California, por una neumonía contra la que había luchado por meses. Pero su publicista Tresa Redburn dijo que no se había determinado una causa oficial de muerte.
Era un guitarrista virtuoso, violinista y compositor así como cantante, formaba parte del Salón de la Fama del Country y con su voz de barítono hizo grabaciones por más de 40 años, lanzando decenas de álbumes y éxitos.
«Era mi hermano, mi amigo. Lo extrañaré», dijo Willie Nelson sobre su viejo amigo en un comunicado.
La Casa Blanca calificó a Haggard como una «leyenda» y dijo que el presidente Barack Obama enviaba sus condolencias a la familia de Haggard. El secretario de prensa de la Casa Blanca Josh Earnest dijo que Haggard contaba historias con las que todos los estadounidenses se podían sentir identificados.
Haggard junto con el astro del country de California Buck Owens era fundador del género de country Bakersfield Sound, que con su estilo nasal era un contraste directo con las grabaciones suaves con cuerdas del country popular en Nashville, Tennessee, en la década de 1960.
Su infancia parecía salida de una novela de John Steinbeckl; su familia migró de Oklahoma a California y vivían precariamente en su estado adoptivo. Nació en 1937 cerca de Bakersfield, Haggard fue criado en un vagón de tren convertido en vivienda, lo único que su familia podía costear. Cuando tenía 9 años su padre se enfermó y murió, dejándolo con un dolor profundo. Comenzó a delinquir y pasó varios años dentro y fuera de prisión.
Estuvo tres años en San Quentin como el preso número 845200 por entrar a robar un café cuando estaba ebrio. Durante esa condena vio una presentación de Johnny Cash, y regresó a Bakersfield a los 22 años en 1960 listo para rescribir música. Wynn Stewart lo contrató para tocar el bajo en su grupo y el primer éxito de Haggard fue una versión de «Sing a Sad Song» de Stewart. Se volvió una megaestrella en 1967, con una versión a «I’m a Lonesome Fugitive» de Liz Anderson y después con originales como «Sing Me Back Home» y «The Legend of Bonnie and Clyde» con Glen Campbell en el bajo.