El Paso, TEX.- Llegar a la frontera entre México y Estados Unidos es estar a un paso, todavía complicado, del “sueño americano”. Ingresar e iniciar un proceso para obtener la permanencia no siempre es igual para todos los migrantes.
Irma Paz salió de Honduras con su grupo familiar. Su esposo y sus hijos de 3 y 5 años. Fue una travesía de dos meses. Pero valió la pena.
Ella esperaba llegar a Oklahoma. Allá se reunirá con su suegro. Entre sus artículos esenciales del viaje, que atravesó Río Grande en Texas, estaban los documentos que planea entregar en un tribunal migratorio.
Sin embargo, la historia de Irma Paz es diferente a la de una madre salvadoreña que está en la ciudad fronteriza mexicana de Reynosa. La agencia AP narró la suerte de ambas mujeres.
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Associated Press cuenta que la salvadoreña Roxana Cardosa fue regresada a México, junto a su hija de 8 años, por orden de las autoridades fronterizas estadounidenses.
“Sus circunstancias eran casi las mismas que las de la familia de Paz, pero sufrieron un destino completamente diferente”, agrega la agencia de noticias.
Lotería en la frontera
AP reporta que los criterios para poder ingresar a Estados Unidos son un secreto muy bien guardado. Al parecer nadie tiene claridad de las condiciones que garantizan el paso al país norteamericano.
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En la frontera, según datos de AP, más de siete de 10 encuentros en febrero resultaron en expulsiones bajo poderes relacionados con la pandemia conocidos como “Título 42”. Su nombre se debe una sección de una ley de salud pública que la administración Trump invocó hace un año.
Ahora, el gobierno del presidente Joe Biden intenta crear condiciones para un proceso migratorio más humano. Pero, mientras esto ocurre ha mantenido el Título 42 y las expulsiones continúan.
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