WASHINGTON.- Como cada año desde que fue implementado el 15 de agosto de 2012, cientos de jóvenes indocumentados que entraron a Estados Unidos siendo jóvenes y se les conoce como ‘dreamers’ saldrán a las calles para agradecer un beneficio que detiene temporalmente sus deportaciones. Pero en este quinto aniversario, a parte de los discursos de gratitud, habrá un clamo para pedir al presidente Donald Trump que proteja la Acción Diferida que aprobó el presidente Barack Obama y que pende de un hilo.
“Este año, por los ataques al programa y el ultimátum dado por diez estados encabezados por Texas al fiscal general Jeff Sessions para que lo cancele, estamos organizando a la comunidad y nuestros aliados”, dice Cristina Jiménez, directora ejecutiva de United We Dream (UWD). “También familias alrededor del país para pedirle a la Casa Blanca que mantenga DACA”.
A comienzos de julio el procurador general de Texas Ken Paxton, junto a otros nueve fiscales generales y el gobernador de Idaho, enviaron una carta a Sessions para exigirle que elimine DACA o de lo contrario acudirán a las cortes.
Los firmantes quieren que DACA sea eliminado gradualmente y señalan que el beneficio “unilateralmente concede autorización para trabajar y presencia legal sin una autorización legal del Congreso”.
“Queremos que el presidente proteja DACA de estos ataques”, agrega Jiménez. “Y también le pediremos que no cancele el Estatus de protección Temporal (TPS) de El Salvador, Honduras y Nicaragua, que ampara de la deportación a unos 300,000 inmigrantes indocumentados”, algunos de los cuales llevan más de dos décadas en Estados Unidos.
Al igual que con DACA, los beneficiarios del TPS reciben un amparo de sus deportaciones y una autorización de empleo.
Las manifestaciones
United We Dream dice que los eventos confirmados para el martes 15 de agosto se llevarán a cabo en California, Florida, Nueva York, Nuevo México, Texas, Washington y el Distrito de Columbia. “Solo en la capital habrá miles de dreamers, y estaremos acompañados por legisladores demócratas, quienes urgirán al presidente para evitar que eliminen DACA y cancelen el TPS”, añade Jiménez.
Los organizadores apuntan que en las próximas horas y días “más ciudades y estados se sumarán a la campaña”, y anunciaron el lanzamiento del sitio www.defendDACA.com, donde irán publicando datos información relacionada con los eventos del 15, y también una jornada de protestas prevista para el 5 de septiembre, fecha en la que Sessions deberá responder al ultimátum de los 10 estados.
“DACA está ahora en peligro inmediato y la vida de unos 800,000 jóvenes inmigrantes y sus familias están en peligro”, dicen los organizadores de ambos eventos. “DACA nos ha brindado protección de la deportación, la oportunidad de educación superior, trabajo y estabilidad para nuestras comunidades”, puntualizan.
“No pueden lanzar todo por la borda”
Tomás, un beneficiario de DACA desde octubre de 2012, dice que la amenaza de los 10 estados es “absurda”, y dice no comprender cómo el gobierno federal estadounidense hace cinco años “consideró que DACA era algo beneficioso para la nación y ahora dice todo lo contrario. No tiene sentido”.
“Mire, cuando el presidente Obama lo anunció, yo estaba en la universidad a punto de graduarme de química. Y no sabía qué iba a ser de mi vida, porque mis opciones eran limitadas. Ahora soy profesor, pago impuestos, tengo permiso de trabajo, una licencia de manejar. Nosotros no le estamos haciendo daño a nadie, somos parte de este país”, subraya.
Tomás señala que el ultimátum de los 10 estados encabezados por Texas “lo considero un berrinche, es un berrinche. No puedo creer que quieran lanzar todo por la borda. Es ilógico”.
Para Alejandra Saucedo, del movimiento Dreamers Moms (madres de dreamers), las manifestaciones de este año “no serán como las cuatro anteriores. Esta vez no vamos a acompañar a nuestros hijos en las calles porque tenemos miedo que nos arresten y nos pongan en proceso de deportación. Los tiempos cambiaron”.
