Madrid.- Rafael Nadal es el nuevo campeón del Mutua Madrid Open. El español, que desde el lunes será el número 4 del mundo, lo ha hecho de nuevo. En un ajustadísimo partido, de la vieja escuela de la tierra batida, batió a un batallador Dominic Thiem por 7-6 (8) y 6-4 en más de dos horas y levantó su quinto trofeo en la Caja Mágica. Fue una gran disputa en el polvo de ladrillo de Madrid, un típico partido de tierra, como hacía mucho tiempo no se veía.
El partido comenzó lento, con los dos jugadores muy detrás de la línea de fondo, estudiando cada movimiento de su rival. El austríaco incomodó a Nadal con bolas altas y profundas, algo a lo que el español no se había enfrentado esta semana, y demoró su entrada en el partido. Rompió el servicio de Nadal en el tercer juego del partido y lo complicó hasta el último momento. Tuvo incluso dos bolas de set, pero Rafa, paciente, leyó bien el encuentro y comenzó a machacar sobre el revés de Thiem y a meterse dentro de la pista para mover a su rival. Nadal comenzó a ganar confianza y a tomar más la iniciativa de los puntos, pero el set se definió en un tie-break ajustadísimo. Fue 10-8 para el balear.
Jugador retro, Thiem será sin dudas el sucesor de Nadal si continúa jugando así en tierra batida. Su intensidad, su paciencia y su fortaleza mental para construir los puntos y aprovechar los momentos precisos para contraatacar recuerdan a los viejos gladiadores de arcilla de la década pasada o de los 90. El rey de la tierra batida ha enfrentado esta tarde a quien muy probablemente será su sucesor.
En el segundo, un break en el primer juego, abrió el partido y Rafa se sintió más cómodo con sus primeros servicios. Levantó mucho la efectividad de ese golpe y sumó muchas dejadas a su repertorio. El austríaco estaba muy clavado en el fondo de la pista. Thiem bajó la intensidad, exhausto por el desgaste de la primera parte. Se dieron un respiro por la paliza física del tie-break y comenzaron a lanzar más, pero Rafa no concedió más oportunidades y se llevó el segundo parcial en gran nivel, muy sólido mental y físicamente, como suele estar en las finales.
