México. Una inmigrante denunció ante el Servicio de inmigración que fue atacada sexualmente, esta reconoció a su agresor ayudó a su captura y a pesar de tener derecho para optar por una visa para víctimas, fue deportada por ICE.
La víctima colaboró en la captura de su agresor y facilitó a las autoridades de los Estados Unidos a información que pudiera acelerar el proceso de condena, incluso se disponía a declarar contra su expareja ante el tribunal, quien la atacó sexualmente. La mexicana aplicó por la visa U, otorgada a extranjeros víctimas de algún delito, sin embargo le fue negada.
ICE manifestó que la ciudadana habría ingresado a los Estados Unidos como indocumentada y con una acusación del mismo atacante, finalmente fue deportada a su país de origen tras 18 años viviendo en el país norteamericano.
Después de 18 años de vivir en los Estados Unidos, Nancy, de 39 años, se vio obligada a regresar a México en 2018. Sus hijos, todos de nacionalidad estadounidense también tuvieron que abandonar el país dos meses después, a un país desconocido para todos.
“Han matado el futuro de mis hijos, la vida que tuvieron y los sueños que tuve para ellos”, dijo Nancy desde México. “Mis hijos no tienen la culpa de nada de eso”.
La visa U fue creada en el año 2000, bajo la Ley de Protección a Víctimas de Tráfico y Violencia, que otorga un estatus temporal inmigrantes víctimas de delitos, como violencia doméstica, agresión sexual y tráfico de personas, para quienes han sufrido abuso físico o mental y cooperan con la Policía en un caso criminal.
