DES MOINES, Iowa,.- Una más de las peculiaridades del gobierno de Donald Trump será una primera dama a distancia, al menos en los próximos meses. El nuevo presidente llegará a la Casa Blanca el 20 de enero, pero Melania Trump y su hijo de 10 años seguirán viviendo en la ciudad de Nueva York hasta el final del curso escolar, a mediados del año próximo.
Michelle Obama y Hillary Clinton, por ejemplo, tomaron la decisión de mudarse a la Casa Blanca con sus hijas en edad escolar.
El portavoz de Trump, Jason Miller, alegó «sensibilidad» en la decisión de no sacar al pequeño Barron de su escuela a mediados de año escolar. En una entrevista concedida a US Weekly a principios de año, Melania Trump argumentó que su hijo «necesita a uno de sus padres en casa, y me gustaría que fuese lo más normal posible».
La decisión de Melania Trump hace que rompa con la tradición de sus antecesoras, pero parece algo propio del carácter de la exmodelo eslovena nacionalizada estadounidense. Ella fue una figura esquiva durante la campaña y no tenía experiencia política hasta el sorpresivo éxito de la candidatura de su esposo.
«Estamos en un momento en que todos los moldes están siendo rotos», opinó Katherine Jellison, jefa del departamento de historia de la Universidad de Ohio y una autoridad en el tema de las primeras damas. «Ése puede ser el caso donde tenemos una redefinición de un papel que, después de todo, no está en la constitución», agregó.
Anita McBride, secretaria particular de Laura Bush durante su tiempo en la Casa Blanca, recalcó que Michelle Obama también sopesó retrasar la mudanza de su familia por razones similares, pero «al final tomó una decisión diferente y una que se adaptó a su familia».
No está clara todavía la forma en que Melania Trump se mudará a la Casa Blanca ni cómo será recibida por la gente. La primera dama por lo general funge como la anfitriona oficial y por lo general emprende algún tipo de trabajo de promoción social.
Michelle Obama aprovechó el cargo para luchar contra la obesidad infantil y otros proyectos, pero ser la primera dama no significa deberes oficiales ni reglas claras.
Casada con Donald Trump durante casi 12 años, Melania Trump es su tercera esposa. Tiene la ciudadanía estadounidense desde 2006 y será apenas la segunda primera dama que haya nacido fuera del país. Louisa Catherine Johnson Adams, esposa de John Quincy Adams, nació en Londres, de padre estadounidense y madre británica.
Hasta ahora, las pocas incursiones de Melania Trump en la política han sido mixtas.
Su discurso durante la Convención Nacional Republicana fue criticado ampliamente después de que se descubrió que tenía similitudes sorprendentes con partes del discurso que presentó Michelle Obama en la Convención Demócrata de 2008.
Melania Trump ha salido a defender a su esposo de señalamientos de agresiones sexuales. Puso en entredicho la veracidad de los informes de que su esposo toqueteó a mujeres, a pesar de que según un video de 2005 el propio Trump presumió de haberlo hecho.