El presidente electo Donald Trump nominó a la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, como representante de Estados Unidos ante Nacionales Unidas, puesto que ha aceptado.
Haley, hija de inmigrantes indios, ha trabajado en temas laborales y comerciales pero tiene escasa experiencia internacional. La republicana es la segunda gobernadora estadounidense de origen asiático que ocupa el cargo de gobernadora el en país.
En un comunicado, Haley confirmó la información y anunció que permanecerá como gobernadora hasta que el Senado confirme su nominación. Pese a que siempre ha pensado que iba a acabar su periodo al frente de Carolina del Sur, Haley explicó que ha aceptado «por un sentido del deber» y por un sentimiento de «satisfacción con todo lo que hemos hecho en nuestro estado en los últimos seis años».
«Cuando el presidente cree que tienes que hacer una gran contribución para el bienestar de nuestra nación, esa es una llamada importante que hay que atender», añadió.
Crítica de Trump
Duante la campaña, la gobernadora, de 44 años, fue crítica con Donald Turmp y dio su apoyo en las primarias republicanas primero al senador por Florida, Marco Rubio. Tras la retirada de Rubio, mostró su apoyo al senador tejano Ted Cruz,
Haley fue la encargada de dar la respuesta republicana al discurso del estado de la Unión del presidente Barack Obama este año y causó polémica entre los miembros de su partido al pedir que rechazaran a las «voces más enfadadas», en referencia a Trump.
Trump se reunió con Haley el pasado jueves en la Torre Trump de Nueva York como parte de la ronda de reuniones que está manteniendo con los posibles candidatos a ocupar cargos en su administración