jueves, noviembre 21, 2024

Insuficiente control policial

En los años 1957-1961, periodos de James Saxon Smith, como alcalde de la Ciudad Reina de Charlotte, durante su mandato, las primeras familias hispanas como pobladoras de esta ciudad, guardan sus testimonios fehacientes de algunas de ellas, cuando trabajaban aquí (Charlotte), sentían la sensación que no habían abandonado sus países de origen, porque vivían con casi ninguna o poca violencia y la ciudad era muy segura.

Claro está, que su población era menor y por consiguiente el alcalde de esos años, tenía poco trabajo desde la Alcaldía; así también el cuerpo policial no tenía personal con lo que hoy cuenta Charlotte/Mecklenburg Police Department, porque toda ciudad de joven crecimiento no exige tanta demanda de atención en seguridad social, aunque a esta fecha, Charlotte, no es el caso.

Años ininterrumpidos

Recordamos en los años 1987, con la alcaldesa Sue Myrick hasta 1991 y desde 1991 hasta 1995, con el alcalde Richard Vinroot, y desde 1995 hasta 2009, alcaldías de Pat McCrory (7 periodos consecutivos) ; o sea,14 años ininterrumpidos, únicos en la historia para elegir a un alcalde de Charlotte, se puede decir que hasta se saboreaba con uno de ellos un cafecito caliente en un restaurant de Elizabeth Ave. y Hawthorne Line, o en la oficina de la Alcaldía, sobre todo, con los alcaldes Vinrrot y McCrory, en la que muchos tuvimos el privilegio de compartir desde sus oficina los problemas de la hispanidad que comenzaban a presentarse en esos momentos.

Hispanos en Carolina del Norte

La secuencia migratoria de origen hispana en Carolina del Norte, según Censo 2010, estableció que su población estatal sobrepasaba los 800 mil hispanos; en la que solo en Charlotte, residían un total de 95,688. Sin embargo, el Censo 2020, establece que la población hispana en Charlotte alcanza a los 169,922, sin datos actualizados hasta 2024; pero en Carolina del Norte, la población hispana ,según Censo 2020, llega a 1’ (118.596, cifra tampoco sujeta a 2024), cuya numerosa presencia de hispanos/latinos, haya sido el único detonante para establecer un desorden social migratoria en Charlotte y el Estado, que lastimosamente apareció acompañada con agentes de Inmigración para detener y deportar, en ese tiempo, a irregulares con el apoyo de ciertos oficiales de policía de CMPD y que hoy, ya no existe esa represiva migratoria, que fue factor para que muchos hispanos/latinos salieran a otros estados.

Lo preocupante, para quienes vivimos en esta ciudad, está dirigido por su crecimiento poblacional, que nos ha traído fundamentos en las bondades sociales y económicas que se encuentra aquí y el resto de las Carolinas, porque existen mejores oportunidades en plazas de trabajo; excelente rango educativo escolar y universitario; facilidades para adquirir vivienda y vehículos; que aunque con sus elevados precios y tasa de interés sigue siendo atractivo adquirir propiedades en relación a otros estados de este país.

Ver artículo relacionado: Año caro y sangriento

Inseguridad ciudadana

Sin embargo, la comunidad está sufriendo, en una gran parte, inseguridad ciudadana, que produce efectos por la presencia de personas que violan leyes estatales y federales, con la cual ante la falta de policías en CMPD, se vive un insuficiente control policial para frenar robos a negocios, delincuencia armada en niños y adolescentes, asaltos a mano armada y robos de vehículos, entre otro delitos, que determina la necesidad de tener 700 o 800 oficiales más y, que nos permite evaluar que la ciudad de Charlotte, ya no tiene las mismas características de seguridad de hace por lo menos 35 años, cuando nos acostábamos y nos levantábamos tranquilos en nuestras casas. Eso, lastimosamente, ya no lo tenemos.

Y dadas estas circunstancias, es necesario que nuestras comunidades alcancen a valorar el lugar en donde viven con su familia. El vecindario de cada sector habitacional debe estar comprometido a cuidar su entorno. Es fundamental interesarnos en nuestros problemas y no ser indiferentes a ellos; porque solo así estaríamos viviendo más seguros y tranquilos. No todo se lo tenemos que dejar a las autoridades de control; tenemos que estar unidos y convocarnos con ellas para saber de las nuevas normas de protección y cuidado para nuestras familias.

Hasta que la Ciudad de Charlotte, dote de más personal policial, no hay que desmayar en seguir solicitándola, porque la ciudad está obligada hacerlo, pero siendo parte de las soluciones en los problemas de la comunidad; sin ese aporte, siempre estaríamos apartándonos de la realidad familiar; sin olvidar que la Ciudad de Charlotte, no es la que tuvimos en aquellos tiempos de bonanza en seguridad social.

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