Una mesa especializada «prestará especial atención a estudiar si las condiciones están dadas para avanzar hacia un cese al fuego bilateral acompañado de un cese de hostilidades», indicó el gobierno colombiano en un comunicado divulgado al concluir el segundo ciclo de conversaciones de paz entre las partes.
La medida se encamina a «crear confianza entre las partes e ir generando condiciones que permitan bajarle intensidad e ir humanizando el conflicto armado en provecho de civiles no combatientes», agregó la nota.
«Como ya se ha dicho uno de los temas urgentes es evaluar la posibilidad de un cese bilateral al fuego que traiga alivio a la población», dijo a su vez el ELN en su cuenta Twitter.
Desde el inicio de las pláticas, el ELN ha planteado el cese al fuego bilateral, pero el presidente Juan Manuel Santos lo condiciona a que el grupo insurgente abandone las prácticas hostiles, como secuestros, atentados a infraestructuras energéticas y petroleras, extorsiones, entre otros.
El tercer ciclo de negociaciones tendrá lugar a partir del próximo 24 de julio, en un sitio que el gobierno colombiano no precisó. Las pláticas también se pueden dar en Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela, que junto a Ecuador son garantes.
Mientras tanto laborará la mesa sobre el cese al fuego bilateral, parte del punto sobre Acciones y Dinámicas Humanitarias que beneficien a la población civil alejándola del conflicto, de acuerdo a la agenda prevista.
El ELN aspira a sellar el cese al fuego previo a la visita del papa Francisco a Colombia en setiembre.
El presidente Santos, Premio Nobel de la Paz 2016, busca la «paz completa» en su país tras sellar en noviembre un histórico pacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del continente, cuyo desarme acaba de concluir.
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo que ha enfrentado a guerrillas como el ELN (con unos 1.500 combatientes), paramilitares y agentes estatales, dejando 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados. (I)
