New York.- Al menos 30 países manifestaron su preocupación por la situación política que afronta Venezuela, después de las elecciones presidenciales realizadas el pasado 28 de julio.
A través de un comunicado emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos, indican que “treinta y un países nos reunimos al margen de la Asamblea General de la ONU para dialogar sobre nuestra grave preocupación por la urgente situación en Venezuela”.
Indicaron que los gobiernos que firmaron la declaración fueron: Argentina, Australia, Austria, Bosnia y Herzegovina, Canadá, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, la República Dominicana, Estonia, Alemania, Guatemala, Guyana, Hungría, Irlanda, Italia, Kosovo, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Panamá, Perú, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Ucrania, el Reino Unido y Estados Unidos, y la Unión Europea.
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En este sentido, reiteraron el apoyo al respeto de los principios democráticos y el ejercicio de los derechos humanos en ese país.
“Permanecemos profundamente preocupados por la represión generalizada y continuada, así como por los abusos y violaciones de derechos humanos denunciados tras las elecciones. Estos abusos incluyen arrestos y detenciones arbitrarios (incluso de niños), muertes, denegación de garantías de juicio justo y tácticas de intimidación contra la oposición democrática y otros miembros de la sociedad civil”, señala el escrito.
Solicitan que se respete la decisión de los venezolanos
De la misma manera, aplaudieron a los millones venezolanos “por su participación en las elecciones presidenciales del 28 de julio a pesar de las importantes dificultades. Más de 12 millones de personas acudieron a las urnas y ejercieron su derecho al voto. Su voluntad, expresada en las urnas, debe ser respetada”.
En este sentido, los gobiernos piden que se respete y se cumpla los “compromisos en virtud del Derecho Internacional, en particular como parte de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954, proporcionando un salvoconducto a los seis solicitantes de asilo que residen actualmente en la residencia oficial de la República Argentina y permitiéndoles abandonar el territorio venezolano”.
“Permanecemos junto a los millones de venezolanos que siguen arriesgando sus vidas y su bienestar para exigir un futuro más democrático, próspero y seguro para ellos y para su país”, culminó el escrito.
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