Lima, Perú.- El gobierno de México insiste en extender su asilo al expresidente Pedro Castillo luego de que, el miércoles 7 de diciembre, en un mensaje a la nación peruana expresara su voluntad de «disolver el Congreso», hacer un llamado a constituyente y gobernar mediante decretos de Ley.
Como respuesta, Marcelo Ebrard, canciller de México insistió que su país está dispuesto a ofrecer «asilo» al expresidente de Perú, Pedro Castillo. Sin embargo, Castillo fue detenido el mismo miércoles luego de disolver el Congreso, elegido constitucional por medio del voto popular.
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Por su parte, Ebrard en una entrevista en el programa radiofónico «Atando Cabos», comentó que Castillo está detenido en la sede de la prefectura de la Policía de Lima.
El Canciller de México insiste «preocupado» por el expresidente Pedro Castillo tras su Golpe de Estado
En este sentido el canciller mexicano precisó, «Si Pedro Castillo pide asilo a México, se lo damos, pero no lo ha solicitado». Además, Ebrard pareciera mostrar un particular interés o «preocupación» por la situación en Perú. A lo que el mismo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) le pidió que lo mantenga al tanto.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) December 8, 2022
Del mismo modo, el canciller Ebrard anunció el aplazamiento de la Cumbre de la Alianza del Pacífico que estaba prevista para el próximo miércoles 14 de diciembre en la ciudad de Lima. Obviamente, impulsado por «los últimos acontecimientos» ocasionados por las decisiones del mismo Pedro Castillo.
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Mientras tanto, Castillo enfrentó este jueves una primera audiencia judicial por su arresto por cargos relacionados a la rebelión y conspiración. Ciertamente, un ingenuo Pedro Castillo de 53 años de edad pretendió disolver el Congreso para evitar una tercera votación de juicio político donde es acusado.
Como es de esperarse en estos casos, el abogado de Castillo, Víctor Pérez rechazó la acusación. Para esto argumentó que el acto de rebelión y conspiración implica el uso de armas y violencia. Precisó que esto nunca ocurrió por lo que etiquetó la detención del expresidente como «ilegal» y «arbitraria».
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